Hace ya algunas semanas he venido hablando de los beneficios de tener una relación con Dios, estos son muchos una vez que decidimos tomar esa relación, solo que a veces no sabemos por donde comenzar, existen personas que dicen necesitar de Dios pero no se les nota, y con esto no me refiero a que los demás lo debemos de notar, sino de que su corazón no denota esas ganas y que ni siquiera Dios podría notar ese anhelo; Ciertamente Dios es fiel, pero no es fiel a nosotros, es fiel a su palabra, es decir, si esta escrito en la biblia tenemos la certeza de que lo hará, pero si no lo esta o es algo contrario a lo que dice la biblia, entonces podemos estar seguros de que nunca sucederá, eso haría de Dios un mentiroso.

Como lo mencionaba en el devocional de ayer creo, si nos esforzamos y nos colocamos en el lugar correcto es probable que tengamos éxito (recuerde que fuimos creados con esa capacidad), pero ese éxito corre el riesgo de ser pasajero si lo sustentamos solo sobre nuestras propias fuerzas y nuestras habilidades, pero si involucramos a Dios y le hacemos parte tenemos asegurado el éxito de nuestro cometido, sin olvidar claro que tenemos que ir en la dirección de aquel a quien involucramos y le voy a poner un ejemplo.

Cuando 2 personas se casan existe la costumbre (que en realidad es un deber) el casarse por el civil y por la iglesia, pero es ahí donde muchos no toman en cuenta una cosa, al ir a la iglesia se va a la presencia misma de Dios y no es que Dios los case, se casan ellos dos, pero van con el Padre y hacen un pacto delante de El y El les es por testigo de ese pacto que han hecho, por tanto, El les respaldara con lo necesario para cumplir con ese pacto, el problema radica en que muchos matrimonios no entienden la seriedad de este pacto, y del testigo que  lo ha avalado.

Dios es un Dios de pactos, el ama los pactos, porque son mas que una promesa, tienen una validez universal (Mateo 18:18), son eternos y si realmente lo hemos propuesto en nuestro corazón, seremos siempre victoriosos en ello, es decir, es una garantía de que cualquier matrimonio funcionara si ambos tomaran en cuenta que no fue solo un acto racional o emocional, sino un pacto y que Dios les respalda con lo necesario para sacarlo adelante.

Así bien, Dios ha hecho pactos con el hombre, los cuales ya están ahí y de los cuales Dios no se retractara jamas, ya que El es fiel, pero tenemos que hacer nuestra parte, así como lo hizo Abraham en la cita de hoy, Dios pues le prometió hacer un pacto entre ambos y que le multiplicaría, no solo en el numero de hijos sino en todo lo que poseía, ya que el Espíritu de Dios moraba con El, por tanto así fue, pero Abraham tuvo que aceptar ser parte del pacto.

Anoche hablaba con un amigo, quien seguido me pide que ore por el, siempre tiene el anhelo de recibir mas pero nunca se ha decidido a hacer un pacto con Dios, por tanto Dios no esta obligado a respaldarle, obvio en amor hará muchas cosas por El, ciertamente es una criatura de Dios, pero no es hijo pues no ha hecho su pacto de adopción y no ha empezado a recibir las bendiciones del mismo.

¿Usted ha hecho su pacto con Dios?, ¿usted esta seguro de recibir lo que le corresponde?, ¿o solo siente que recibe de vez en cuando?, esta en una situación en la que pareciera que su mañana esta por desmoronarse delante de usted?, este es el momento en que tiene la oportunidad de repetir estas palabras desde el fondo de su corazón:

Amado Padre, hoy he sido recordado de que eres un Dios de pactos, y es mi anhelo el hacer mi pacto contigo, ese pacto es el aprender a dejar de lado mi vida de pecado, para lo cual te pido me muestres lo que es pecado en mi vida, aun lo que yo no considero como tal y que si lo es, te buscare de mañana y de tarde, no para solo para pedirte, sino para aprender mas de ti, te pido que pongas en mi el querer como el hacer (Filipenses 2:13), con la conciencia de que cuando me des esas ganas y el como hacerlo, lo haré, recibiré y cosechare esos frutos de nuestro pacto, Padre así como Abraham, es mi anhelo el ser multiplicado, mas aun no se como,  pero aquí están mi corazón, mi cuerpo y mi alma, que están listos para ser instruidos, estoy listo para ser parte de tu obra y caminar a nuevas dimensiones de bendición y tener de ti no solo para mi sino para llevarlo como buenas nuevas a las naciones.

Confió en que haya hecho este pacto, léalo, analicelo y guárdelo, ya que le sera de gran utilidad el recordarlo para que si en alguna ocasión las cosas no van como usted esperaba, a lo mejor esta incumpliendo alguna parte del pacto, al momento que lo corrija recibirá la bendición multiplicada del Padre, ojo! no porque se aleje del pacto Dios le castiga, simplemente usted deja de recibir lo que le corresponde por no estar en el lugar correcto!

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