Hay quienes tienen la idea de que hace falta morir para llegar al cielo y estar de manera constante o permanente en presencia de Dios y que ese día tendrán paz, si usted es uno de esos, le quiero alertar, ya que no solo esta equivocado, sino que esta perdiendo mucho tiempo ya que nos es prometido que todo lo que tendremos en el cielo, lo podemos tener en la tierra, empezando por la paz.
Como lo he comentado en ocasiones anteriores en este devocional, la paz no es la ausencia de problemas, sino la certeza de que estamos bajo la mano de Dios en todo lugar y situación y que nada de lo que pasa a nuestro alrededor tiene influencia sobre nosotros a menos que nosotros lo permitamos, es como si nos quitáramos el escudo protector, espero entienda a que me refiero.
El «Padre nuestro» es tomado en ocasiones como una oración, pero no lo es realmente, es una guía para la oración, de hecho un par de lineas antes antes a la oración misma, Cristo nos advierte sobre no hacer «vanas repeticiones»(Mateo 6:7), es decir, rezar 10 Padres nuestros no tiene ningún efecto ya que Dios desea tener una intimidad con nosotros y en mi muy personal opinión, el solo repetirle las cosas sin reflexionar siquiera de lo que hablamos, solo lo debe aburrir, por mucho que nos ame, ¿no lo cree?.
La cita de hoy es un extracto de la guía de oración que nos dio Jesús, y que comúnmente llamamos «Padre nuestro», esta cita habla de que la voluntad de Dios puede ser hecha en la tierra (que es donde habitamos) como en el cielo (que es donde todos sabemos que habita Dios), solo tenemos que saber que es lo que hace Dios en su casa para poder invocarlo en la tierra y le quiero poner un ejemplo que va a parecer un poco sarcástico, pero creo que vale la pena mencionarlo:
En el cielo nadie se saca la lotería, primeramente porque no existe y en segunda porque quienes habitan en la cercanía de Dios, disfrutan de abundancia de acuerdo al carácter de Dios, con esto no le digo que no compre boletos de la lotería (seria religioso si se lo digo), pero le invito a reflexionar en lo siguiente, ¿no cree que en vez de pedir una cosa grande durante años y que pareciera imposible sin la certeza de obtenerla, seria mejor perseverar en lo que dice la palabra y recibir diario lo que Dios nos promete y que podría incluso sobreabundar nuestras alacenas y carteras? (Malaquías 3:10) y que además nos reta a que le probemos.
Yo he insistido mucho en que las personas no reciben por que no saben pedir, piden lo que quieren pero no lo que necesitan, por lo general buscan lo rápido, fácil y efímero en vez de buscar lo duradero y abundante, se conforman con sospechar que Dios les respondió en vez de tener la certeza de que así fue, escasamente han hablado con Dios, si se han dirigido con El para pedirle pero no para tener una relación con El, entonces como esperan que les de?, usted le daría lo mejor de usted a alguien que no conoce?, ni aun Dios lo haría, El estableció que la bendición es para sus hijos y para ser sus hijos hay que declararle como Padre y tener un arrepentimiento genuino de nuestros caminos de pecado, de ahí en delante, El se asegura de que no nos alejemos demasiado y nos recuerda de los beneficios de estar a su diestra.
Mi incitación esta mañana es a que deje de rezar (repetir) por el premio gordo de la lotería, y comience a orar (platicar) con el Padre que tiene abundancia de beneficios para su diario vivir, no se confunda, Dios no va a solucionar las cosas por usted, va a cumplir su palabra (ya que es fiel a ella) si actuamos de acuerdo a lo que esta escrito en ella, solo tenemos que aprender a obtener sus beneficios al conocerla, entenderla y ponerla en practica.