¿Cuantas veces le ha pasado algo que al orar por ello se resuelve y no le queda del todo claro si fue Dios quien lo resolvió o no?

Desafortunadamente muchas personas viven de esta manera, pasan por situaciones, piden, dejan de pedir, simplemente esperan o se olvidan de su situación y cuando sucede se imaginan que fue Dios quien lo resolvió, pero su situación espiritual les impide incluso dar gracias al Padre de corazón por lo que sucedió ya que por un lado no están seguros si fue El, quien lo hizo o simplemente fue por casualidad y por el otro lado la misma pereza que les impidió orar por la situación, es la misma que les impide alabar y agradecer al Padre.

Hace un par de días escuche esta frase que me hace reír pero tiene gran sentido porque es verdad:  «Cuando el hombre habla con Dios, lo llamamos oración, cuando Dios le habla al hombre, lo llamamos esquizofrenia!», espero se haya reído tanto como yo y después se pregunte si en alguna ocasión Dios le ha hablado…

Dios le quiere hablar, Dios le quiere bendecir, Dios quiere tener una relación estrecha con usted, pero si usted no cree en lo que El es, en lo que El hace y en que se comunica con usted por muchos medios, jamás tendrá una verdadera relación con El, jamás obtendrá su favor como lo espera y jamás tendrá la certeza de que es Él quien le bendice.

Cuando Dios hace algo en nuestras vidas, nos lo deja saber, siempre lo confirma, y es tan certero y tan seguro, como saber que todo lo que esta escrito en la biblia realmente sucedió, que no es una parábola ni una historia para representar lo que Dios espera de nosotros, es tan cierto como que tenemos vida y que realmente en la cruz fue pagado nuestro pecado, solo que tenemos que adoptarlo así en nuestro corazón y en nuestra mente para tener una fe verdadera, activa y viva como el Dios en el que la tendremos.

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