Este fin de semana tuve la fortuna de ir a servir a un retiro de varones, realmente estaba emocionado por hacerlo, ayune, ore, y pensé que estaba preparado para lo que venia, pero como siempre, Dios tenia algo para sorprenderme y quiero compartirlo con ustedes ya que espero que conmueva su corazón como lo hizo con el mio.

Como en todos los eventos de este tipo, hay personas que van con gran animo de recibir de Dios, como hay otras que van animadas por sus amigos y familiares, pero no del todo convencidos de estar ahí, así fue el caso de Jorge, quien en todo momento iba cerrado a todo lo que se le dijera, y estaba ahí solo esperando que el largo fin de semana de 2 días y medio transcurriera lo mas rápido posible.

Jorge y su mujer son de corta edad, a lo mucho tendrán 22 años, su relación en el matrimonio no era del todo buena, o mas bien, distaba mucho de serlo, tenían todo tipo de problemas y desafortunadamente (según me contó el después) debido a la falta de madurez de parte de el y el poco empeño por llevar una buena relación, lo que Jorge no sabia, es que su mujer había estado orando para que cambiara, ayunando incluso para conmover el corazón de Dios y había hecho todo lo posible para juntar el dinero que se requería para poder pagar el costo del retiro, mas aun así, le faltaba una cantidad que para muchos sera pequeña, pero para ella, con un trabajo de no mucho ingreso, era una gran cantidad, mas aun así, sin temor, elevo una ultima oración, con poder, pidió y milagrosamente recibió como propina de parte de un grupo de americanos una pequeña bolsa llena de monedas de muy baja dominación que al contarlas, reunían perfectamente la cantidad que le hacia falta para que Jorge pudiera asistir al retiro.

Jorge no sabia que Dios ya había respondido la oración de su mujer con anticipacion y que iba acompañado del favor de Dios hacia ella y que cosas grandes sucederían por amor hacia la oración de una mujer fiel.

Para los que servimos en el retiro, tratar con Jorge fue difícil en un principio, ya que no permuta que habláramos con el, y aparentemente no se abría ni con Dios, pero Dios es fiel y así como prometió a Jeremías (Jeremías 33:3), empezó a responder las oraciones de su mujer, empezó a abrirse y aun tuvo la oportunidad de sacar de dentro de si rencores, heridas añejas, dolores, pudo perdonar y pedir perdón a personas con las que había tenido conflictos en el pasado, en cuestión de minutos Dios toco su vida, le restauro y paso a ser un hombre totalmente transformado, dispuesto a hacer las cosas de la manera correcta, pero ante todo aprender a ser el marido que su mujer necesita, lo mas asombroso, es que esto sucedió cuando el no sabia aun todo lo que su mujer había hecho y pasado para poder asegurar su asistencia al retiro.

La cita de hoy nos recuerda las palabras de Cristo, que nos indica que es mas bienaventurado el dar que el recibir, la mujer de Jorge dio todo cuanto pudo por amor a su marido, al hombre al que decidió entregar su vida aún a su corta edad, no descanso ni desmayo ante el intento dio todo para que el tuviera una mejor vida, y ahora la tiene y por ello ella ahora recibió un marido nuevo, transformado y que pretende en todos los sentidos recompensarle ese amor que ella ha tenido por el.

La cita de es mejor dar que recibir es muy conocida, muchos la usan, mas pocos conocen el sentido verdadero de ella, muchos dan y lo hacen para lavar su conciencia, o aun con la idea de que otros los vean que así hacen, pero el verdadero dar, esta en dar de si mismo en silencio, en un pacto entre uno mismo y Dios, para que el efecto sea verdadero, permanente y celestial, hay que darle la oportunidad a que la respuesta venga de parte de Dios y que sea así como la que recibió la esposa de Jorge (no tuve la precaución de preguntar su nombre), mas grande y mas agradable de lo que ella misma hubiera esperado.

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