Existe una confusión hoy en día acerca de lo que es la humildad, hay quienes aseguran que aquellos que sirven a Dios tienen que ser humildes y claro que lo tienen que ser pero su humildad no tiene por que ser física, ni económica, pero si en el corazón, reconociendo que sirven a un Dios vivo el cual les da lo que tienen y hacen aquello que les envía a hacer, pero ante todo que se preocupan por ser imitadores de Cristo.
El diccionario dice que la Humildad es la característica que define a una persona modesta, alguien que no se cree mejor o más importante que los demás en ningún aspecto. Es la ausencia de soberbia.
Definitivamente esta definición aplica a la persona de Cristo, mas la pregunta es ¿cuanto nos aplica a usted y a mi como imitadores de Cristo?, ¡wow! ahora si tuve que tomarme un momento a reflexionar.
Cuando dejamos a un lado nuestro mito de la humildad, es imprescindible el retomar el hecho de imitar a Cristo, ya que Cristo a pesar de tener naturaleza de Dios vino a tomar naturaleza de hombre en humildad, mas durante su tiempo entre nosotros, hizo uso de aquello que nosotros podemos hacer también, El, como hijo de Dios, y según la biblia lo explica hijo del dueño del oro y la plata, del todopoderoso, hizo uso de este privilegio y nos enseñó a usarlo, a Jesús en su estancia entre nosotros nunca le falto que comer, nunca le falto donde dormir e incluso uno de sus discípulos (Judas) fingía como su administrador, quien era el que llevaba sus finanzas.
La cita de hoy lo ejemplifica, cuando le crucificaron (a Cristo) se repartieron su manto entre 4, mas cuando llegaron a su túnica se dieron cuenta que era de una sola pieza, y era una lastima romperla, ya que en esos tiempos una túnica con tales características era muy costosa, por ello mejor decidieron echar suertes para saber quien se la quedaría.
Mi incitación en este día es a imitar a Cristo, primeramente en la humildad de reconocer que lo que somos, lo que tenemos y lo que hemos venido a hacer no nos concierne a nosotros ni es resultado de nuestro propio esfuerzo, sino de la gracia que Dios ha derramado sobre nosotros, luego a vivir una vida de excelencia, donde todo lo que hagamos lo hagamos con absoluta deificación y cuidado para que sea perfecto y por consecuencia vivamos los efectos de ello y nos sea entregado incluso el oro y la plata de nuestro Padre.
Y para ser mas claro, todos en algún momento hemos pasado o pasamos momentos difíciles, en la economía, en la salud, en nuestras relaciones personales, en nuestras relaciones sentimentales, y buscamos a Dios en ello, esto es excelente, pero no enfrentamos a ninguna de estas situaciones con la actitud de Cristo, es entonces donde nos olvidamos de lo que debemos de hacer, por que le damos mas importancia a nuestra situación difícil que a quien como dice en su palabra, junto con la tribulación nos ha dado la salida.
Este día deje de preocuparse por lo que pasa a su alrededor, incluso si esta enfermo, Dios nos ha dado autoridad sobre la adversidad, solo tenemos que usar el poder de lo alto con la humildad de reconocer que no es nuestro, sino nos es prestado para ser usado con excelencia y podremos salir adelante de cualquier situación.