Un cliente mio me dijo esta semana, el prometer no cuesta nada y el papel todo lo aguanta, es decir, hablar de algo o incluso el ponerlo por escrito es fácil, no tiene ningún valor, pero el llevarlo a cabo es lo que hace que algo valga realmente y es tan sencillo como esto:

Creo que todos alguna vez hemos prometido ponernos a dieta el «lunes» y siempre tengo que reflexionar a cerca de ello, ¿por que el lunes y no hoy?, la respuesta es muy sencilla, nuestra mente esta convencida o al menos animada a ponerse a dieta, pero nuestro corazón no lo esta, sabemos que necesitamos poner orden en nuestra manera de comer y bajar un poco de peso, pero en realidad no lo deseamos desde nuestro interior, a lo mejor esto le suena familiar, pero se lo quiero poner aun mas claro, esta semana me encontré esta foto de un amigo que ejemplifica realmente lo que le quiero decir esta mañana:
aunque la mente nos dice que no, nuestro corazon nos reclama que si!

No se que le parezca esta fotografía, pero para mi fue algo sumamente impactante, ya que es el momento justo de la lucha entre nuestra mente y nuestro corazón, por una parte la mente esta llena de miedos, temores, pasan por ella todas las consideraciones acerca del peligro que es lanzarse de un paracaídas y por el otro lado nuestro corazón nos demanda a toda potencia el hecho de lanzarse (si nuestro corazón no estuviera convencido jamas habríamos subido al avión), sabemos que sera una experiencia que cambiara nuestras vidas, además de que ello nos llevara a una nueva etapa de coraje, valor y atrevimiento.

El proverbio de hoy, nos habla de eso, de que el verdadero reflejo de nuestro carácter esta en nuestro corazón, ya que nuestra mente puede engañarnos, podemos hacer creer a otros e incluso a nosotros mismos que estamos «bien con Dios» (¡que alguien me defina que estar «bien con Dios» por favor!), que tenemos un buena vida, e incluso que somos «buenas personas» y que «no hacemos daño a nadie», pero en realidad puede sucedernos que nuestro corazón no esta convencido de seguir verdaderamente a ese Dios del cual nuestra mente habla, aunque sabemos que debemos hacerlo, no estamos convencidos.

Llevar una vida en Cristo, es exactamente igual que la foto de mi amigo Ismael, es un brinco al vacío, el cual nos llevara a una nueva dimensión, pero a diferencia de hacer una dieta, así como Ismael se lanzo del avión acompañado de un experto que le cuido todo el tiempo y se aseguro que su caída fuera completamente segura, así cuando nos lanzamos a una vida en Cristo, vamos acompañados de su Espíritu Santo que se encarga que todo aquello que esta escrito a favor de nosotros se haga verdadero y podamos vivir una vida de gloria y no una de sacrificio como muchos nos hacen creer.
Cuando nos lanzamos a Cristo, no lo hacemos solos, ya que El no nos pone en peligro, sino todo lo contrario

Es hoy que le invito a hablar con su corazón, a sincerarse con usted mismo, ¿cree que «esta usted bien con Dios»?,¿ o esta usted convencido en su corazón que vive de acuerdo a su voluntad?, ¿esta pensando ponerse a dieta el lunes o esta a punto de lanzarse del paracaídas?

¡Comparte esta entrada, elige tu plataforma!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *