A lo largo de mi vida he aprendido muchas cosas, pero también he aprendido a categorizarlas, hay cosas interesantes, pero hay cosas importantes y entre las que tienen ambas características esta la congruencia y me refiero a ella como una parte esencial de nuestras vidas, el que podamos actuar de acuerdo a lo que hablamos, que nuestros hechos reflejen nuestras opiniones y que seamos ejemplo a otros en lo que expresamos a través de nuestras palabras.
La cita de hoy también es frecuentemente usada como refrán o dicho popular, pero por lo general mal interpretada, es usada como un escudo de falsa humildad, ya que aquel que hace una opinión sobre otra persona y es recordado de esta cita, luego dice a si mismo:»cierto yo también tengo errores», mas esto es mas trascendental que eso y se lo explicare.
Generalmente las actitudes que nos molestan en otras personas son el reflejo de actitudes propias que al verlas en otros nos hacen sentir incómodos, por ello me gusto usar la versión de la NVI de la biblia, ya que hace sentido que la astilla en el ojo de nuestro hermano esta hecha de la madera de la viga en el nuestro.
Retomando el tema de la congruencia, tenemos que tener cuidado cuando expresamos algo acerca de alguien mas, por que si es algo que nos molesta en esa persona y hacemos un análisis personal, le aseguro que en todos los casos, esa misma actitud, costumbre o cualidad de la persona que estamos criticando, es una que tenemos nosotros y no nos hemos percatado de cuanto se nos nota, le invito a intentarlo, la siguiente vez que este cerca de alguien que le irrita con cierta actitud, tómelo con calma y luego vaya con alguien de su confianza y pregúntele acerca de si esa actitud es mostrada en si, se sorprenderá de la respuesta que recibirá, lo mejor, es que es una oportunidad para corregirla, ser ejemplo a los demás y muy probablemente esa persona que le irrita también sea beneficiada al imitar su ejemplo de cambio, así, nos acercaremos cada día mas a seguir el ejemplo de Jesucristo.