Anoche platicaba con Daniel, un amigo al que me ha tocado ver evolucionar en su fe de una manera asombrosa, y me contaba acerca de su preocupación de saber si Dios le hablaba a través de una cita que una y otra vez venia a su vida y él se agarraba de ella, ya que sabía que era una señal para él.

Lo que Daniel no sabía es que esa palabra no era precisamente una señal, sino parte de una señal y el estar preocupado por tratar de entender y descifrar el código secreto de esta cita estaba debilitando su fe, ¡eso lo hace vulnerable a los golpes del enemigo!

Lo que le pasa a Daniel no es algo esporádico, es algo más común de lo que se imagina, es como las personas que se quedan solo con la parte de «Dios es amor», pero no conocen la parte que dice «Dios al que toma por hijo disciplina»,  si no conocemos la palabra y nos vamos pensando en que Dios nos ama pero no entendemos que esa disciplina es por amor y para nuestro beneficio podemos entristecernos y flaquear en nuestra fe.

La Biblia es padrísima, nos da explicación  de todo, bien dice: «La Fe viene por el oír, el oír la palabra de Dios»(Rom. 10:17), ya que no podemos creer en un Dios que no conocemos y que en su magnificencia nos da palabras que nos cuidan y cubren de todo ataque ya sea enfermedad, pobreza, pobreza de espíritu, enemistades, etc.

Hay personas que anhelan que Dios les bendiga, lo piden a diario, Dios responde a sus suplicas, pero muchas veces las personas jamás reciben estas bendiciones, porque no las entienden, por que no conocen el proceder de Dios, es como estar en medio de una balacera y tener un coche blindado a un lado nuestro y jamás subirnos por no saber que está abierto.

¿Usted está listo y dispuesto a tener una cobertura a prueba de todo?

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