Isaias 40:31 (Reina-Valera 1960)
Pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán.

Este domingo fue un domingo especial, después de varias semanas de actividad intensa, por fin tuve un día para mí y la pregunta era, como iba a invertir ese tiempo, que es lo que quería hacer o simplemente no quería hacer nada?, no sé si esto le haya pasado, a veces planea uno mucho lo que haría con un día de esos y cuando llega, simplemente está ahí y no sabe uno qué hacer, estuve a punto de ser víctima del televisor, entre otras distracciones, pero al ponerme a pensar que es lo que sucedía en mi vida, simplemente me di cuenta que estaba cansado y que necesitaba descansar, pero no de la manera física, pero sí de la espiritual.

Es común que diariamente en nuestro caminar nos llegan noticias, necesidades, preocupaciones y  cuando menos nos damos cuenta estamos cargados a no poder mas, incluso nos es difícil orar, porque son tantas las cosas que traemos encima que de pronto no las podemos ver, las sentimos pero no las vemos, y repentinamente, llega a nosotros una situación inesperada, un problema económico, algún familiar o amigo enfermo y es en el momento en el que pensamos que no podemos más!, que esto que nos acontece es mayor a nuestras fuerzas y podemos llegar a sentir hasta una gran frustración.

Lo interesante es que todas estas pequeñas y grandes cargas no nos corresponden, hace siglos que alguien las tomo por nosotros, solo nos pidió a cambio que le conociéramos e hiciéramos su voluntad, se que ha de estar pensando, si Rene, pero como le dejo mis cargas a Cristo y tomo las de El?, es muy sencillo y se lo voy a ejemplificar: todos sabemos que debemos de comer sano, pero siempre hay algo que se nos antoja y cuando lo comemos lo hacemos con cierta culpa, sin darnos cuenta en poco tiempo estamos cargados de 2 cosas, de culpas por comer lo incorrecto y de unos kilitos extras, mientras que si comemos lo correcto y lo balanceado, nos sentiremos bien y ligeros y siempre nos preguntaremos, por que no lo hice antes?

Así es con Dios también, en su palabra nos dice: «mi yugo es fácil y mi carga ligera»(Mat 11:30), esto es una promesa por tanto, si nosotros tomamos su carga (oración, paciencia, fe, misericordia, etc….), El llevara las nuestras y podemos recurrir a El cuantas veces sea necesario, por tanto, siempre renovara nuestras fuerzas, nos hará llegar más lejos, nos hará llegar más rápido y nos hará llegar sin cansancio!

Por tanto, mi domingo lo invertí en pasar tiempo al abrigo de mi Padre Celestial, renové mis fuerzas y le puedo decir que no hay quien se pueda poner en mi camino y sea capaz de detenerme, como ve?, lo quiere intentar usted también?

Articulo Por:

Rene Giesemann
giesemann@gmail.com

¡Comparte esta entrada, elige tu plataforma!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *