Ayer recibía un correo de una persona que me comentaba que tenia el temor de que Dios estuviera molesto con ella, lo cual me dejo algo pensativo, ya que nos suele pasar que nos alejamos de Dios y solemos pensar que El nos castiga por ello, mas no es así, yo lo entiendo de esta manera:
Cuando la adversidad sucede en nuestra vida es como cuando hay oscuridad, la oscuridad como tal no existe, solo es la ausencia de luz, así mismo sucede cuando en alguna área de nuestra vida, no permitimos que la luz de Dios llegue, obvio, sus beneficios no llegaran a esa área, pero no tiene nada que ver con que Dios este molesto con nosotros y curiosamente las dos áreas en las que con mas frecuencia excluimos a Dios es en nuestra área financiera y nuestra área sentimental, por el simple hecho de que nos gusta tener control de ello, y aunque clamamos a Dios que nos ayude, realmente no le damos paso a que actué en ello, a su manera y con su divino poder y justicia.
La cita de hoy nos habla de que nuestro Dios es bueno y su misericordia es para siempre, eso nos da la garantía de que El estará SIEMPRE ahí esperando a que dirijamos nuestro corazón a El, a que nos pongamos a cuentas en todo nuestro proceder o simplemente en esa área que no hemos podido confiar verdaderamente en El y le dejemos actuar.
No importa que hayamos hecho, no importa cuánto tiempo haya pasado, lo único que es necesario es que tengamos un arrepentimiento genuino, la firme convicción de no volver a hacerlo y la disposición de dejarnos guiar y amar por el Padre todo amoroso, su misericordia es un beneficio permanente,estará ahí todo el tiempo mientras estemos vivos, ya que es la mejor señal de que aun tenemos una oportunidad de enderezar nuestro caminar y ser bendecidos.