Cuando tenemos problemas o cargas es difícil a veces incluso el levantarse y más cuando no tenemos con quien compartir esas cargas, ¿conoce el sentimiento?

La palabra de Dios nos enseña que Cristo lleva nuestras cargas si se lo permitimos, pero es aquí donde llega la pregunta obligada: «¿como hago para que Cristo lleve mis cargas?, ¡lo he intentado pero no sé cómo!»

En pensamientos de hombres es imposible hacer esto, pero le pondré un ejemplo: ¿recuerda usted la primera vez que se enamoro y fue correspondido? ¿No recuerda la sensación de caminar entre nubes?.

Cuando uno está enamorado, las cosas imposibles parecen posibles, cuando uno está enamorado, las cosas ilógicas parecen lógicas, ¿alguna vez ha pensado enamorarse de Dios?, sabe, tiene una gran garantía, ¡SIEMPRE será correspondido!, por tanto sus cargas serán tan ligeras, que sentirá que camina entre nubes.

¡Comparte esta entrada, elige tu plataforma!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *