Esta mañana platicaba con uno de mis mejores amigos y tuve la oportunidad de desahogar mi corazón con El, ¡gracias a Dios por los amigos!, son un gran regalo de Dios, son el ejemplo de lo que Dios quiere ser para nosotros y aun mas; cuando platicaba con él, le contaba lo que ha acontecido en mi vida y los tropiezos que he tenido y como he experimentado la gracia de Dios en cada uno de ellos.
Al recontar cada uno de mis tropiezos, recordaba en mi corazón esa sensación de no merecer seguir adelante, de tener temor de voltear mis ojos al Señor, mas siempre Dios en su infinita misericordia siempre nos perdona cuando nuestro corazón se vuelca a Él, por una sola razón.
Dios sabía que habríamos de pecar, desde antes de crearnos lo sabía, por ello cuando creó al hombre y desde ese tiempo ya se había ofrecido a sí mismo en la persona de Jesucristo para venir a pagar por nuestro pecado, ¡que asombroso! ¡Desde antes de crearnos!, y lo mejor es que una sola vez tuvo que venir y morir por nosotros, con esa única vez está cubierto nuestro pasado, nuestro presente y nuestro futuro, por tanto es un solo perdón el que recibimos por nuestros pecados, su sangre fue suficiente para limpiarnos y ser salvos de aquí a la segunda venida de Cristo, en la que no vendrá como cordero sino como juez para celebrar junto con aquellos que han usado su sangre para salvación.