Estamos en la era de la comunicación, tenemos acceso a mucha información pero la cantidad de información nos ha hecho perezosos de profundizar en ella, por tanto solo conocemos una parte de la verdad, y hacemos juicios basados en esa poca información que retenemos aunque esta sea parcial, nos acostumbramos también a transmitir nuestra información, ahora escribimos nuestros sentimientos no en diarios, sino en sitios de Internet donde todos tienen acceso, hablamos mucho aunque escuchamos poco.
Aun con Dios, hemos hecho así, la mayoría de las personas repite las pocas fracciones de su verdad, y cree poder sobrevivir con ello, tiene pereza de escuchar más de Él, aunque eso le pueda costar la vida eterna y se atreve a juzgar en el nombre de Dios para justificar su propia maldad, tratado de comparar los hechos de otros contra los suyos, sin tomar en cuenta que para Dios todos los pecados llevan a la muerte y son dignos de arrepentimiento genuino para ser borrados.
¿Cuanto hace que usted no escucha a Dios?, ¿no será que sus propias palabras (las suyas) le impiden escuchar lo que El tiene que decirle?