No se si usted lo haya hecho pero yo en definitiva me he preguntado, o mas bien le he preguntado a Dios que es lo que espera de mi, y en mi búsqueda de hacer lo que es agradable a Dios, una y otra vez he llegado a la parte de la Biblia donde Dios nos envía a ser imitadores de Cristo, a hacer lo que El hizo y este fin de semana me quedo mas que claro.

Este fin de semana tuve la oportunidad de traducir para una persona que daba testimonio de lo que Dios hizo en su vida, este hombre recibió una descarga eléctrica la cual le causo la muerte y fue resucitado por Dios, pero adicionalmente al recibir esta descarga, su cuerpo prendió en llamas, y el 40% de su cuerpo presentaba quemaduras de tercer grado, este tipo de quemaduras aprendí, que tienen que sanar de adentro hacia afuera, por lo que para sanarlas, las personas que las tienen, son tallados diariamente con estropajos de fierro para quitar toda cicatriz o costra que se formase sobre ellas, ¿puede usted imaginar lo doloroso que esto es?, al paso del tiempo de los tratamientos este hombre clamo a Dios y le pidió ayuda a pasar por este pesar, y la respuesta de Dios fue asombrosa, no me la hubiera podido imaginar, no de esta manera pero Dios le respondió precisamente lo que a mi, imita a Cristo.

Cuando Cristo estaba a punto de ser aprendido, oraba en el huerto y sabia lo que lo que le acontecería, y me imagino que a cualquiera que le vaya a suceder lo que a El, le debe de atemorizar la situación, mas Dios le mostraba que su dolor daría salvación a la humanidad y que por pasar unos momentos de extremo dolor, humillación, maltrato y desprecio, la humanidad podía ser salva, así mismo este hombre fue adiestrado por Dios, al llegar a una de sus terapias en un centro de quemaduras, Dios le indico fijar su mirada en una de las personas de ese lugar, cuando le vio, le indico «ora e intercede por el, usa este tiempo que estas en dolor  ora por alguien que esta en una condición peor que la tuya», ¿puede usted imaginar eso?, después este hombre describió, como ya no fue capaz de sentir su dolor, no por que desapareciera, sino que su mente y su corazón , estaban humillados delante te Dios, haciendo aquello que Jesucristo hizo, misericordia por otros, intercediendo delante del Padre por aquellos que están en verdadera necesidad.

La cita de hoy nos habla de que a Dios no le agradan los sacrificios, y lo entiendo de esta manera, por lo general quienes lo hacen por lo general los hacen para pedir por algo para ellos mismos, mas Dios se agrada en quienes le reconocen como Dios, se dan cuenta que no tienen autoridad o potestad sobre aquello que necesitan, que tienen la necesidad de ponerlo en manos de Dios, mas que tienen la autoridad espiritual para interceder por los demás y en el nombre de Cristo declarar bendición por los demás.

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