En días pasados celebramos la «Semana Santa», muchos utilizan estos días para descansar y si es posible ir a la playa, cuando mucho irán a la iglesia el domingo y recordar que Cristo murió por nosotros, mas sin embargo esta fiesta es mucho mas que eso, ya que Cristo mismo hizo un sacrificio en el día que se conmemora la vida y no la muerte.

En el Antiguo Testamento se relata como en la Pascua Dios libro de la muerte al pueblo de Israel, les mostró su amor cuando el ángel de la muerte paso por Egipto y todas las casas cubiertas por la sangre del cordero fueron excluidas de la muerte, así mismo, Cristo se dio como cordero de manera infinita, mas allá del tiempo, mas allá de nuestro entendimiento, lo único que debemos de asegurar es que estemos cubiertos por la sangre del cordero (Cristo), para que la muerte no nos toque y así como dice la cita de hoy, que aunque todos hemos pecado y somos merecedores de morir, seamos redimidos por El.

Así que un día después de recordar su muerte, le invito no a recordar la muerte misma, ni su resurrección, sino el motivo por el cual El murió, por darnos vida, confío en que de ahora en adelante, recuerde estas fechas como una celebración de vida, la suya, que fue dada por la gracia del Hijo que vino a dar la propia por usted.

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