La fe siempre es un tema complicado de discutir con otras personas, sucede por que en casi todas las ocasiones donde existe una charla al respecto, al menos uno de los interlocutores tiene un argumento basado en algo que alguien le dijo, o con una enseñanza desde su niñez, mas de la cual no tiene constancia ni referencia, solo la confianza que pone en la persona que se lo dijo y aun cuando no este al 100% convencido de que sea lo cierto, lo defiende ante su impotencia de argumentar y el peligro de verse expuesto con respecto a su relación con Dios.
Hay personas que argumentan que la fe (o religión) que profesan es la correcta, ya que así les fue inculcado o simplemente por que así se los han hecho creer, y tienen mentores en la fe que les enseñan (Sacerdotes, Pastores, Maestros o simplemente otros Creyentes), el peligro que corren es que si dependen de estas personas en su fe, tarde o temprano terminaran desilusionados ya que los hombres son falibles, y por mas que se esfuercen, su carne tiene luchas y en algún punto tendrán que demostrar su fragilidad.
La cita de hoy nos habla de esa fragilidad, me llama mucho la atención como Dios hace referencia a la vida de los hombres como «un soplo nada mas», es decir, El nos dio vida con un soplo y así mismo nos la puede quitar, que maravilla, por tanto, si la vida es tan frágil, la fe sustentada en las palabras de los hombres lo debe de ser mas aun, entonces, por que creer poner nuestra fe en algo que viene de alguien tan frágil, por que no ponerla en el único que es firme que incluso es llamado «Torre Fuerte».
Dios anhela tener una relación personal y estrecha con usted, la cual este fundamentada en su palabra, pero sobre todo en la comunión directa con El, El espera que usted le busque para que El le responda y le bendiga, no se pierda de esta oportunidad, confíe en el único que es digno de esta confianza el Dios que le amo primero.