Ya en otras ocasiones hemos mencionado en este devocional en que no es necesario el cambiar y ser buenos para acercarnos a Dios, por el contrario cuando nos acercamos a Dios, El pone el bien en nosotros como resultado y lo hace de una manera tan perfecta de manera que no podría ser mencionada como obra nuestra, sino siempre como del que realmente lo hizo.

La cita de hoy ciertamente llama mi atención cuando menciona que somos como vaso de barro que contenemos un tesoro, es decir no somos comparables siquiera con lo que Dios puede llegar a poner  o hacer en nosotros, pero es con la intención de que siempre recordemos de quien viene la bendición y quien hizo la verdadera obra, lo que si tenemos como cualidad, es que somos únicos y tenemos dones especiales que a su vez el Padre puso en nosotros que hacen cada bendición y el uso de poder especial, se lo ejemplificare: para los que vivimos en México nos son muy familiares los tarros o tazas de barro, el barro no tiene un aspecto del todo agradable, pero la mejor cualidad que tiene es que le da un sabor especial y único a lo que contiene, por ello muchos preferimos el tomar en este tipo de tarros, así mismo Dios nos dio una cualidad única de dar un sabor especial de acuerdo a la autenticidad con la que nos proveyó, para que ninguna bendición sea igual a la otra sino cada uno de nosotros de un toque personal a lo que El hace en nosotros. 

Dios es alguien fácil de complacer, requiere solo de 2 cosas, la primera que le demos el primer lugar en nuestro corazón, y la segunda que le demos gloria, con ello tenemos asegurado todo tipo de éxito en nuestras vidas, el personal, el familiar, el financiero y el amoroso incluso, si alguna de estas 2 condiciones no se cumple, El no habitara plenamente en nosotros y por tanto podemos tener carencias en ciertas áreas de nuestra vida, mas si lo hacemos tendremos un buen contenido que nos asegura una vida en plenitud. 

Esta mañana le invito a reconocer que aquellas cosas que bendicen su vida, cuando lo haga reconozca de donde vienen, mas no lo haga como un acto de tratar de convencerse a si mismo que tiene que ver con Dios, si usted se fija detalladamente notara la mano de Dios en cada una de esas cosas,después de que lo haga, reflexione sobre usted mismo y podrá notar su naturaleza de barro (ciertamente según la Biblia relata, fuimos hechos de barro) y cuando vea esto se dará cuenta que eso no es importante, lo importante es el contenido que Dios ya puso en usted y el espacio que aun queda libre para que lo siga llenando de tesoros celestiales.

¡Comparte esta entrada, elige tu plataforma!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *