1 Corintios 13:1-3 (Reina-Valera 1960)

Si yo hablase lenguas humanas y angélicas, y no tengo amor, vengo a ser como metal que resuena, o címbalo que retiñe.  Y si tuviese profecía, y entendiese todos los misterios y toda ciencia, y si tuviese toda la fe, de tal manera que trasladase los montes, y no tengo amor, nada soy.  Y si repartiese todos mis bienes para dar de comer a los pobres, y si entregase mi cuerpo para ser quemado, y no tengo amor, de nada me sirve.

Una vez mas me encuentro en un aeropuerto esperando viajar al extranjero, una vez mas lejos de casa, y una vez mas a dormir en un hotel por no se cuantas noches, muchos piensan que el viajar constantemente es divertido, aunque no siempre lo es, otros opinan que puedo exagerar en las veces y los destinos que viajo, pero la realidad, es que simplemente amo lo que hago, disfruto mi trabajo, amo el proceso y el resultado de cada cosa que hago, dentro de ello esta el viajar y aunque en ocasiones me gustaría pasar mas tiempo en casa y cerca de los que amo, no siempre es posible, pero el amor a lo que hago es el que hace todo mas claro.

Así como mi amor por lo que hago se refleja en buenos resultados en mi trabajo, así mismo son las cosas en Dios, debemos aprender a amar lo que El es, lo que somos en El y lo que podemos hacer a través de El, si nunca lo ha experimentado hasta el día de hoy, es una excelente oportunidad para reflexionar en ello y cambiar su manera de actuar en y para Dios.

La cita de hoy nos habla de que no importa que es lo que hagamos ni cuanto hagamos, aun nos habla de que si diésemos todo lo que tenemos a los demás, pero no lo hacemos aprendiendo a amar a cada uno de los que se lo damos, no tiene ningún valor, en lo absoluto.

La medida del éxito tiene que ver con la cantidad de amor que tiene invertida al hacerlo, las personas en el mundo le llaman pasión, pero no lo es, ya que la pasión es efímera, el amor es permanente, todas las personas que tienen éxito, aman lo que hacen, y prosperan, por tanto si quiere usted ser exitoso en los asuntos de Dios, debe empezar por amar a Dios y las cosas que son de El, el siguiente paso es la prosperidad, le invito a reflexionar en ello.

FUENTE:
Rene Giesemann S.
Devocional Diario

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