En nuestra vida cotidiana tenemos una gran serie de cosas que pueden afectar nuestra relación con Dios, entre ellas el estres del trafico y a veces reaccionamos de una manera no adecuada, o bien pasamos demasiado tiempo frente al televisor viendo programas que no nos edifican, por el contrario corrompen nuestra alma, o bien dimos una vuelta por aquellos sitios de Internet no adecuados que nos dejan una semilla que estará dando vueltas en nuestra mente durante todo el día y sin darnos cuenta ya no nos sentimos igual para con Dios durante el día y hay quienes dejan pasar muchos días así y llega el momento en el que somos casi ajenos a Dios.
La palabra de Dios nos enseña que existen requisitos para ser bendecidos, obviamente nunca lo dejamos de serlo, pero existen maneras de ser bendecidos abundantemente y estas tienen que ver con la actitud que tenemos para recibirlas, es decir, hay bendiciones que jamás recibiremos a menos que estemos preparados para hacerlo.
Y por favor no piense que esto es dificilísimo, por el contrario, es mas fácil de lo que imagina, recuerde que el rojo de la sangre de Cristo es capaz de limpiar nuestros pecados y dejarlos blancos como la nieve misma, es decir, solo hace falta el querer reconciliarnos con Cristo, el reconocer delante de El nuestro pecado y tener la verdadera intención en nuestro corazón de no volver a pecar y de llevar una vida conforme a la de El, y por favor entiéndalo, no es una vida religiosa, pero si una vida de comunión con El.
El es el único que puede limpiar su corazón y sus manos para que puedan recibir de la bendición abundante que tiene desde el principio de los tiempos para usted.