Muchas veces a las personas no les gusta acercarse a la iglesia ya que sienten que se demanda mucho de ellas y que esperan que cambien y dejen cosas de su actual vida, otras no se acercan ya que su conciencia les acusa y saben que deberían de mejorar su estilo de vida, pero se les figura algo complicadísimo y con muchos requisitos.

La realidad es que el acercarse a Dios por medio de la iglesia llevara a un cambio, la diferencia contra lo que nosotros pensamos, es que este cambio es una consecuencia y no un requisito, Dios espera que cambiemos, pero no en un Standard, y no de acuerdo a como otros creen u opinan, cambiaremos de acuerdo a lo que Dios demande de nosotros, y será casi automático, con gozo en nuestro corazón y con pleno convencimiento.

La cita de hoy tiene relación a lo que comento, en el punto de que muchas veces la ley de Dios que esta escrita en nuestros corazones nos acusa cuando actuamos mal, las personas alrededor de nosotros nos juzgan de acuerdo a la ley y eso nos hace sentir incómodos, pero se nos olvida que Jesucristo vino al mundo a morir por nosotros, a justificar nuestro pecado para que ya no vivamos bajo la ley sino bajo la gracia, para que seamos libres y este acercamiento con Dios sea una experiencia de amor y no de dolor.

Ciertamente es importantísimo el conocer la ley para poder entender la gracia, es decir no podemos disfrutar de algo que no entendemos y no sabemos de donde viene y es ahí donde experimentamos la verdadera libertad.

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