La cita del día de hoy tiene un significado muy especial, el salmista habla a cerca de David el Rey y le habla a Dios de cómo lo ha llenado de bendiciones, y de cómo estas no solo quedan en el, sino declara que es Manantial, que alimentara y refrescará a muchos, y como la presencia de Dios lleno a David de alegría, esto me lleva a reflexionar en muchas cosas.
En los pasados días recibí un correo de uno de los lectores de este devocional en el que me inquiría en que si pedir no era orar, y le comentaba que pedir es solo una parte de orar, por que desafortunadamente existen personas que solamente se comunican con Dios para pedirle pero nunca para tener una comunión con El y su bendición es muy limitada ya que no están dispuestos a compartirla.
Esto quiere decir, que hemos sido diseñados por Dios para ser canal de bendición, tal ves en nuestros primeros días en presencia de Dios estaremos recibiendo de El, pero después debemos de compartirlo con los demás y asegurarnos que cuanta persona conozcamos tenga una relación con Dios y reciba de sus beneficios.
Conozco a muchas personas que consideran que el ser bendición para otros es solo para unos cuantos, incluso les dicen, «tu que estas mas cerca de Dios ora por mi», no consideran que están a la misma distancia de Dios que los demás (¡la distancia es una simple oración!), y que su bendición puede tener resultados exponenciales si se atrevieran a repartir de la misericordia que reciben diariamente.
Este día mi invitación es a que reflexione al respecto, atrévase a ser bendición para otros, y no se limite a las buenas obras, crea lo que dice la Biblia, y así como David que siendo apenas un chico de 15 años y el menor de sus hermanos, un simple Pastor, llego a ser el mas grande Rey de Israel y una bendición para generaciones, que aun el día de hoy recibimos de su bendición, así atrévase a ser una bendición a los demás.