No puedo dejar de asombrarme cada vez que platico con las personas y me hacen comentarios como: «yo se que merezco la situación que estoy pasando ya que he pecado», o » he pecado tanto que Dios ni siquiera me ha de querer escuchar», pero déjeme decirle una cosa, esto es completamente falso, quiero creerlo y es por que así lo he experimentado en carne propia, que esos son los momentos en los que Dios quiere tener mayor comunicación con nosotros ya que su principal anhelo es que seamos salvos y que el sacrificio que hizo por nosotros sea valido, no venció a la muerte en vano, lo hizo para que nosotros no vivamos en fracaso sino en victoria.
 
Cierto es que nosotros podemos apartar el favor de Dios de nuestras vidas, pero es con nuestra actitud mas que con nuestro pecado, Dios nos pide que andemos en integridad para que podamos ser portadores de su poder, mas el que no lo andemos quiere decir que merezcamos cosas malas o que nos alcance la adversidad, Dios no es un Dios que castiga, Dios es un Dios que le ama demasiado, usted y yo dejamos que la adversidad nos alcance por que nos exponemos demasiado a ella, vivimos demasiado en el limite entre el bien y el mal, uno de mis Pastores en alguna ocasión comentaba, «coqueteamos de constante con el mal y nos dejamos enredar por el, mas esto nada tiene que ver con Dios»
 
Esto es así de fácil, es como los niños pequeños, si se acercan a la estufa encendida corren el riesgo de quemarse, y si lo hacen es por que hicieron algo que estaba mal y sufrieron la consecuencia, mas Dios es ajeno a la situación, así es con nosotros y nuestro diario vivir, si tenemos problemas financieros, es mas por que gastamos inadecuadamente que por que Dios nos este disciplinando, Dios muy probablemente le libre de ello, pero no es hasta que usted aprenda a ser organizado que se librara de la raíz del problema.
 
La cita del día de hoy nos dice, que Dios es el sol, esto se refiere a que el nos ilumina diariamente para que caminemos por el camino correcto, nos dice también que es el escudo, es decir que si nos tomamos de su mano, muy probablemente caminemos por la adversidad pero no nos tocara ni nos afectara, y también nos dice que como premio por caminar en integridad nos dará gloria y gracia y no apartara el bien de nosotros si permanecemos con El.
 
Este día, revise su situación, si se encuentra en una difícil, evalúe que tanto tiene que ver con la cita de hoy, y corrija lo que sea necesario para que viva protegido y bendecido por el Padre.

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