En los pasados días he tenido oportunidad de reflexionar sobre mi situación ante el Señor y una y otra vez he notado como los pensamientos propios alejan a las personas de lo que Dios quiere hacer en nosotros y por nosotros.
Generalmente las personas somos acusadas por nuestras conciencias y nos hacen sentir indignos delante de Dios y en vez de acercarnos mas a El nos alejamos pensando en que no quiere nada con nosotros, ¿le es conocido el sentimiento?
Esta mañana tuve la oportunidad de ir a orar con un grupo de Varones que teníamos un común denominador, el hambre de estar en la presencia de Dios y la confianza de que cada una de nuestras oraciones seria escuchada, ya que empezamos el día creyendo que así seria, ¡ya que este también es el día del Señor!
La cita de hoy describe quien somos para Dios y como nos ve El desde el momento que le entregamos el corazón, aunque no somos perfectos, El nos cubre con un manto de justicia a pesar de nuestras injusticias y nos viste de gala y nos llena de joyas espirituales
Esta mañana quiero compartirle mi gozo y quiero que lo tenga usted también, Dios le ama a pesar de su pasado y de lo que pueda haber hecho o dejado de hacer, El le ama hoy y si usted le ha entregado su corazón, le vera siempre como la cita de esta mañana, si nunca ha entregado su corazón a El, que mejor momento para hacerlo, solo dígale: «Amado Padre, tu palabra dice que enviaste a tu hijo para morir por mi, para que yo sea libre de la tristeza y de mi pasado, te invito a que habites en mi corazón y que puedas gobernar mi vida de ahora en adelante, no necesito mas, ya que desde el momento que se que escuchas mi oración, tu gozo habita en mi y donde habitas tu, se que no hace falta nada»