El día de ayer aprendí muchas cosas, ya que Dios me recordaba que para toda situación hay una solución y es mas fácil esperar en lo que Dios dejo para nosotros ya escrito,  por que afortunadamente siempre será cierto.

Dios es fiel, mas no lo es a nosotros por que tenemos una naturaleza pecaminosa, sino que es fiel a su palabra, y bien dice la misma que «Dios no es hombre para que mienta ni hijo de hombre para que se arrepienta» es decir, lo que Dios ha dicho es cierto y es verdadero y lo mas importante, no cambia.

La Biblia tiene mas de 2000 promesas para nosotros, las cuales podemos alcanzar si hacemos lo que viene escrito previo o posterior a ellas y podemos vivir en abundancia, por ejemplo, hace unas semanas recibí un correo de uno de ustedes comentando que al mencionar el diezmo se podría interpretar como la comercialización de la palabra y a esto respondí que era todo lo contrario era el entregar en manos de cada uno de los lectores la seguridad y tranquilidad de que no pasarían hambre de nuevo ya que es la única ocasión en toda al Biblia donde Dios nos reta a que le probemos.

Traed todos los diezmos al alfolí  y haya alimento en mi casa; y probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos, y derramaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde (Malaquías 3:10)

De la misma manera las cosas que fueron hechas en nuestra vida, fueron dictadas por Dios y las que vienen lo serán también si decidimos vivir en victoria de acuerdo a o que Dios ya dijo previamente, es una manera de asegurar nuestro futuro, por ejemplo si deseamos que nuestros hijos vivan por largos años, debemos enseñarlos a honrar a sus Padres, al hacerlo tendrán asegurada su larga estancia en este mundo y con salud sobre toda cosa.

Honra a tu padre y a tu madre, para que tus días se alarguen en la tierra que Jehová tu Dios te da (éxodo 20:12)

En este día, le invito a que crea en lo que Dios dispuso para usted, a que le busque de una manera distinta y aprenda que la mayoría de los problemas que pasamos diariamente son por desconocimiento de las promesas que nuestro Padre puso ahí para que viviéramos como Reyes y no como mendigos.

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