Hace días me encontré de nuevo con la situación en donde a la gente le pasan cosas inexplicables y fuera de su control y no saben que hacer y simplemente se reconfortan diciendo «Dios sabe por que hace las cosas», ¿le ha sucedido?
Definitivamente Dios es todo poderoso, pero no es El, quien hace que las cosas sucedan en nuestra vida, ya que nos ha dado un precioso regalo, nuestro «libre albedrío» o voluntad propia, así que muchas cosas que nos suceden tanto buenas como malas son consecuencia del cumplimiento de las leyes, promesas y estatutos que dejo Dios, es decir, estas aplican para quienes las conocen y quienes no también, es muy similar a las leyes de transito en nuestras ciudades, estas aplican también para los extranjeros quienes no las conocen y pueden ser multados aunque desconozcan las leyes locales.
La cita del día de hoy nos habla de que la única manera de entender el corazón de Dios y los sucesos cotidianos de nuestra vida es el exponiéndonos a la palabra de Dios, esta nos dará sabiduría y nos mostrara primeramente como dirigirnos con sabiduría y segundo nos mostrara el trasfondo de lo que pasa desde que oramos y como nuestra oración tiene un impacto celestial, hasta el propósito de Dios en la abundancia y en la adversidad.
Le explicare, personalmente me encuentro en un tiempo difícil, ya que me he mudado a una ciudad nueva con una manera de vivir muy distinta a como lo acostumbraba, y no le negare que me ha costado trabajo, al grado que incluso he renegado, pero ha sido a través de ver como Dios ha tratado a los hombres de la Biblia y en mi oración como Dios me ha mostrado el propósito de este tiempo, lo cual ha dado un gran confortamiento a mi corazón.
Hoy le invito a ir un poco mas allá de sospechar que Dios tiene en sus manos su situación, a ir mas a allá de pensar que su situación favorable es resultado de su buen comportamiento, a ir mas allá de pensar que su situación desfavorable es un castigo de Dios o consecuencia de algo malo que hizo, le invito de nuevo a abrir su Biblia y empezarla a leer, a separar un poco mas de tiempo en oración para que Dios le pueda responder sus preguntas en intimidad y se usted cada día mas sabio en los asuntos de Dios y le conozca y no solo por sus hechos y su misericordia, por lo que hay en su corazón para usted.