Anoche reflexionaba en lo que pasa cuando tenemos una discusión con otras personas, ¿como hacemos para defendernos o para argumentar y no caer en el juego de herir a los demás o de ser groseros? ¿De que manera podemos canalizar la frustración o el enojo y ser cada día mas como Cristo?

Nuestra naturaleza humana nos puede traicionar de vez en cuando y nos puede mostrar cuan susceptibles podemos ser ya que aunque diariamente crecemos en el conocimiento de Cristo y somos transformados, nuestro entorno en ocasiones no lo hace, y esperaríamos que cambiara, pero no siempre es así, y hay cosas que quisiéramos o esperaríamos que ya no estuvieran ahí como consecuencia de que hemos cambiado, pero ahí continúan ya que son parte del plan que Dios orquesto para demostrarnos la capacidad que puso en nosotros de superar los problemas y el pasado.

La parte que mas trabajo nos cuesta aprender es a llevar conversaciones santas, es decir aun en la dificultad usar lo que hemos aprendido de Dios, ya que la misma palabra nos enseña que «las malas conversaciones corrompen las buenas costumbres», por ello debemos de cuidar aun lo que pensamos, ya que si demostramos al mundo que Cristo nos ha cambiado, nuestro entorno lo hará también.

Por ello la cita del día de hoy, nos recuerda que en Cristo encontramos que El es nuestro escondedero y escudo, no del mundo, sino de nuestra propia naturaleza, y en su palabra encontraremos la solución a aquello que nos agobia.

Este día reflexione sobre sus palabras y sobre como actúa usted con respecto a los demás, tome su biblia y empiece a usarla como parte de su lenguaje, no es difícil, hay cientos de personajes en ella que nos ejemplifican las situaciones cotidianas y a como superarlas en Cristo.

¡Comparte esta entrada, elige tu plataforma!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *