Este fin de semana fue uno muy especial para mi, Dios me mostró cosas que serán fundamentales para mi vida que le quiero compartir con la firme convicción de que lo serán para usted también.

Todos, es decir usted, yo y también las personas que no leen este devocional tenemos necesidades, anhelos, deseos y las ponemos en manos de Dios de una o otra manera, y con esto me refiero en oración en pensamiento o bien en clamor desesperado según sea el caso, y pensamos que muchas de estas cosas serán respondidas en un tiempo lejano, nos cuesta mucho trabajo pensar que Dios pudiera responder a esa necesidad el día de hoy pero le quiero comentar el por que es así…

Dios conoce nuestras necesidades y esta trabajando en ellas aun antes de que las pongamos en sus manos, la diferencia es que El sabe perfectamente lo que necesitamos y nosotros por lo general solo sabemos lo que queremos, es decir no tenemos un verdadero propósito en ello, por ejemplo, muchos de nosotros pudiéramos tener necesidad de pagar nuestras deudas, y oramos por pagar cada una de nuestras deudas para poder tener tranquilidad, pero Dios nos ha prometido que fuimos llamados a ser Reyes y Sacerdotes y por lo general se vería muy mal el que nos viéramos en apuros económicos por ello Dios trata con nosotros y nos enseña 2 cosas, la primera a ser diligentes o administrados en el dinero (vea como referencia el libro de proverbios) y nos enseña a depender de El y no de nuestra situación económica para ser felices, el día que logramos aprender eso, la solución a nuestro problema será inmediata, ni siquiera nos daremos cuenta de lo rápido que fue.

Por tanto, le quiero preguntar ¿cuanto apuro tiene usted en que su oración sea respondida?, yo tome como decisión el ser bendecido el día de hoy, por tanto antes de pedir la solución a mis problemas, he decidido que este es el día del Señor como nos enseña la cita de hoy, me gozare en la bendición que recibiré, por que es una bendición para la eternidad que en su paso llevara  las pequeñas bendiciones efímeras y pequeñas por las que oramos, pero el Padre espera que hoy le demos gloria por el trato que tiene para con nosotros.

No se permita tener una visión obtusa ni se frustre  por no recibir lo que ora aprenda a que hoy Dios desde hace miles de años, ya fue diseñado por El para bendecirle en algo muy especifico.

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