El día de ayer conocí a una Señora sumamente interesante y Dios me permitió ver el maravilloso plan que tiene para su vida, mas sin embargo también me dejo notar de que manera podemos ser capaces de retrasar nuestra propia bendición, déjeme tratar de explicárselo…

A lo largo de nuestras vidas podemos meternos en innumerables problemas, pero tenemos un Dios tan bueno que los capitalizara cada uno de ellos a nuestro favor con la firme intención de que aprendamos de ellos y obtengamos una bendición y tengamos la seguridad de que no nos volverá a suceder, obviamente tenemos que poner de nuestra parte ya que como se dice comúnmente «no es magia» no salimos de las situaciones solamente por el hecho de acordarnos de Dios y pedirle a cada momento que las cosas cambien.

Por favor note el hecho de que mencione la frase «acordarnos de Dios» esto se refiere a que hay personas que ya han hecho parte de su diario vivir frases armadas que han perdido sentido y durante el día las repiten y se confunden con el hecho de que están orando, cuando no lo hacen.

Dios tiene la eternidad preparada para bendecirnos, es decir no tiene apuro, El nos dedicara todo el tiempo necesario si nosotros estamos dispuestos a hacer lo mismo, en resumen: Si, usted podrá ser bendecido y salir adelante en cualquier situación siempre y cuando este dispuesto a tener una relación, una intimidad con Dios para que El a su vez pueda hablarle, explicarle y amarle en cada paso de su proceso.

Ahora bien, el salir de un problema rápidamente no es siempre la bendición que Dios tiene preparada para nosotros, muchas veces Dios quiere que entendamos el como llegamos ahí y la verdadera raíz del por que nos encontramos ahí, ya que muy probablemente nos encontremos con muchas personas en nuestro camino que pasen por algo similar y podamos serles de ayuda, ¿no lo cree?

También es muy importante considerar que salir de un problema no es siempre la solución mas justa, hay que contemplar quienes mas están implicados y la razón de por que lo están, esto es un principio de justicia, la cita de hoy nos explica que cuando estemos hambrientos y sedientos de ella la recibiremos, pero solemos confundir lo justo con nuestra salida del apuro, ¿no lo cree?

Hoy le invito a que vea su situación actual ya sea buena o mala, y de gracias a Dios por ella, pregúntele como si platicara con otra persona, cual es el motivo de que este usted en esa situación y prepárese a recibir una respuesta de Dios y tal ves no la respuesta que usted quiere escuchar, pero si una que viene de Dios, evalúe cuan justa es su oración y como podría enderezarla en caso de que no sea justa y preocúpese de cómo puede bendecir a otros desde este mismo instante.

Reciba justicia, mejor dicho, oro por que usted y yo aprendamos cada día a tener un corazón justo que sea satisfecho por el amor y la bondad de Dios.

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