Vivir una vida en Cristo es el mejor de los regalos que podemos tener y desafortunadamente uno de los que menos apreciamos, muchas veces sentimos el ir a la iglesia como una responsabilidad o una carga cuando es todo un privilegio, es el lugar en donde vamos a recibir algo que nadie mas nos dará.
Ir a la iglesia es como un jardín, a mi en lo personal me gustan mucho las plantas, desafortunadamente no tengo el tiempo que quisiera para tenerlas en mi casa, pero me fascina el ver como cada planta tiene una necesidad especifica, de luz solar, de agua, como algunas hay que recortarle ciertas puntas, a otras las hojas enteras, y me asombro aun mas cuando veo que la naturaleza se las arregla para que sin la intervención de nada ni nadie, cada planta reciba justo lo que necesita.
Anoche que cenaba recordaba cada uno de los días que he pasado en Cristo y pensaba como siempre he recibido justo lo que necesito en el momento ideal, es cuando te das cuenta que no existen las coincidencias, sino las «Dioscidencias» y que todo esta espiritualmente orquestado para nuestro beneficio, justo así es el reino de Dios, cuando vamos a la iglesia, no importa la denominación, podemos ir a muchas cosas diferentes, pero si vamos con la intención de buscar a Dios, recibiremos justo aquello que Dios tiene para nosotros es como las plantas, cada quien recibe de acuerdo a su necesidad y situación, Dios tiene la capacidad de que una misma palabra aplique para las situaciones de decenas, centenas e incluso miles, y que refresquen nuestro ser de una manera asombrosa e individual.
Lo mejor de todo esto, es que así como en la naturaleza, Dios no espera que una planta tome un poco del agua que recibió el helecho y la comparta con el geranio, Dios les da a cada uno para que sacien su necesidad y puedan florecer, cada planta dará su hoja, flor o fruto de acuerdo a lo que fue diseñada, así nosotros, cuando recibimos algo de Dios, El no espera a que hagamos algo por El, no espera que salgamos corriendo a hacer buenas obras sin fundamento, no, espera que igual que las plantas, lo tomemos para florecer en nuestra vida y cuando sea el tiempo daremos los frutos para los cuales fuimos diseñados individual y personalmente, son únicos, perfectos y con un propósito.
El motivo de este mensaje es que reflexione sobre lo que recibe diariamente de Dios, disfrútelo, saboréelo, y viva cada palabra que lee, escucha y recibe, tómela y grábela en su corazón por que habrá el día que será prosperada así como dice la cita de hoy y será usted enviado como instrumento de Dios a hacer cosas especificas de acuerdo a su diseño.