El día de ayer me encontraba haciendo fila en el aeropuerto para tomar un vuelo a Miami mientras escuchaba a las personas que iban delante de mi en la fila que se quejaban de las autoridades de su país y de lo mal que estaban las cosas en el, mas al llegar a documentarse trataban de que las reglas de seguridad que rigen a la aviación y sobre todo para venir a estados unidos no les aplicaran, tratando de llevar cosas a bordo de la cabina que no eran permitidas y al tener que cumplirlas al igual que todo el mundo se molestaron de gran manera.
Al ver esta situación no pude mas que reflexionar sobre de que, Dios puso sobre nosotros a las autoridades que tenemos, y son de acuerdo a la medida de nuestros corazones, si tenemos una mala autoridad no es a la autoridad a la que tenemos que cambiar sino a nosotros mismos, tal vez no estemos caminando en justicia, es muy fácil, se lo tratare de explicar.
En muchos países sobre todo en los latinoamericanos se culpa a las autoridades de corruptas pero no son ellos quienes lo son sino los ciudadanos quienes lo fomentamos, no podemos quejarnos de un político que manipula las leyes a su favor cuando no somos capaces de cumplir con las reglas de transito y no quejarnos en el momento que nos multan por alguna infracción y peor aun, ofrecer una «mordida» como le llamamos en México al oficial de transito, ¿no es esto manipular las reglas a nuestra conveniencia?, nosotros mismos fomentamos que nuestro ambiente se contamine.
La cita de hoy nos habla de que si hacemos nuestra parte como hijos de Dios y ponemos el ejemplo siendo justos, nuestra nación será engrandecida y con esto me refiero a que nuestra nación puede ser nuestra casa, nuestro trabajo, nuestra escuela etc., obvio también nuestra nación misma, recuerde que al vivir en justicia esto se contagia a nuestro alrededor ya que habrá quienes imiten nuestro comportamiento, es una oportunidad tremenda la que tenemos frente a nosotros, podemos cambiar el rumbo de lo que pasa en nuestro país por solo ser justos en nuestros ambientes individuales!
Este día le invito a reflexionar sobre su caminar, ¿es justo en todos los sentidos? O ¿se «permite» romper ciertas reglas?, al fin y al cabo los demás también lo hacen.