Una vez mas me encuentro de viaje y en uno de los muchos taxis que tuve que tomar en este día pensaba sobre los correos que no he podido contestar entre los que se encuentra el de Vanessa quien me escribió hace un par de días comentándome que se encuentra en una situación de suma depresión y se siente sumamente mal.
Al pensar en su correo sentía la frustración de que posiblemente necesita un buen consejo y no había podido dedicarle el tiempo adecuado y una vez mas en oración encontré la respuesta adecuada.
La cita de hoy nos habla de una situación que pudiera ser usada como una frase muy trillada, mas sin embargo es uno de los mensajes mas amorosos que Dios nos ha dado, cada día tiene un propósito, no solo el hacer 3 comidas, o hacer ejercicio o ir al trabajo o escuela, sino recibir lo que Dios tiene preparado para nosotros en este día…
Alguna vez se ha puesto a pensar en que si el año tiene 365 días, ¿podríamos tener como mínimo 365 bendiciones esperándonos? Imagínese, hay quienes oran por años esperando un novio o novia, y se pierden de cada uno de los regalos que posiblemente nos vayan a servir para estar preparados para esa bendición por la que oramos!
Este día reflexione, ¿realmente ha orado en alguna ocasión a Dios y le ha preguntado cual es el motivo de despertar hoy?, le ha preguntado, ¿que me quieres enseñar hoy?, ¿cuantos días han pasado sin que haya recibido una bendición de Dios? O bien, ¿cuantos días no ha encontrado el motivo para ser feliz un día a la vez?