Anoche cenaba con una amiga y platicábamos cuanto ha cambiado su vida desde que decidió seguir a Cristo, como la fe de la que solo hablaba es ahora una fe activa y que alegra el corazón de Dios y hace inclinar su oído a sus plegarias.
Al platicar con ella recordaba los tiempos en que yo empece a caminar en Cristo y veía con agrado lo que El había hecho en mi y como yo no hubiese llegado por mi propia fuerza hasta este punto.
La cita de hoy nos habla sobre lo mismo, hay situaciones en nuestra vida en las que las cosas marchan viento en popa y seguirán asi mientras recordemos siempre que no es un logro propio sino la mano de Dios que nos bendice ya que como nos puso, nos puede quitar, como nos dio, nos lo puede demandar, El es quien provoca los cambios en nuestra vida, para que en cada etapa de ella aprendamos y no dejemos de ver su obra.
Hay personas que creen que el estar bien con Dios es el estar en una situación de paz en la que todo estará bajo control y no habrá cambios, es todo lo contrario, a Dios no le gusta tener hijos que no crezcan, se goza en hacernos crecer y que nos parezcamos cada día mas a la persona de Cristo.
¿Hay cambios en su vida? ¿situaciones inesperadas?¡de gracias a Dios!, lo mas probable es que haya pasado al siguiente nivel y Dios quiera mostrarle algo nuevo, ¡quiere recordarle que El puede darle la victoria y que juntos harán un gran equipo!
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