La mayoría de las personas pensamos que cuando pasamos por un momento de aflicción esta relacionado ya sea con nuestro pecado o bien con el enojo de Dios, pero no siempre es asi.
A lo largo de mi caminar en Cristo, he entendido que tenemos que pasar por tribulaciones ya que estas forjan nuestra paciencia, tenemos que convivir y escuchar a las personas ya que desarrollan nuestra sabiduría y también he aprendido que tenemos que pasar por momentos de aflicción para que no olvidemos que necesitamos de Cristo, y que es el único que se goza de hacer misericordia de manera diaria en nuestra vida.
Dios nos lleno de promesas como la de hoy, habla de que podemos pasar por un valle de llanto, pero que nuestras lagrimas pueden ser transformadas en un manantial de bendiciones y alegría.
Este día le invito a que si esta pasando por un momento triste o difícil, no lo vea como tal sino como la oportunidad de que Dios le bendiga y refresque su espíritu, véalo como la antesala de la promesa de la bendición y alégrese por que Dios le observa y esta esperando a que usted voltee hacia El y extienda sus brazos esperando un abrazo de El.
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