No se si a usted le suceda de la misma manera, en mi diario vivir me he encontrado con muchas personas que pasan tragos amargos en su vida uno tras otro y nos sorprendemos de como aguantan, más otros simplemente se amargan y pierden las ganas de vivir.
La cita de hoy nos enseña que los que hemos sido llamados a tener una vida en Cristo, somos llamados a ser justos ya que somos imitadores de El, pero nos dice que no importa todo por lo que pasemos, El nos librará de ello.
Las aflicciones son muchas veces necesarias, Dios las puede permitir para crear paciencia en nosotros, otras veces las permite para que aprendamos a despojarnos de nuestros medios y aprendamos a depender de El, y otros simplemente nos permite que estemos afligidos para que podamos esperar en El y ver su maravilloso y gran poder.
Yo le quiero preguntar el día de hoy, ¿en cuantas ocasiones de su aflicción ha visto el propósito de Dios?, si por alguna causa no lo ha hecho, no se sienta mal, ore y prepárese ya que Dios le permitirá ser probado para que experimente su inmenso amor y lo ayude a salir avante.