Creo que todos hemos escuchado en alguna ocasión la famosa frase de “Dios no da alas a los alacranes”, la mayoría entendemos esta frase como una actitud de Dios teniendo precaución acerca de lo que haríamos si nos da ciertos beneficios, pues probablemente haríamos mal uso de aquello que nos diera, pero en realidad esa es una aseveración de nuestra consciencia, Dios es mucho más inteligente y mucho más sabio que eso.
Muchas de las cosas que no llegan a nuestras vidas, es porque en realidad no tenemos una consciencia del Reino de Dios, sus beneficios y sus impactos y es por eso que Dios no permite que lleguemos a ese punto, 1 Corintios 10:13 nos declara que Dios no pondrá en nosotros carga más pesada que la que podamos soportar, es decir, aún la bendición puede ser una carga si es que no somos aptos para recibirla, administrarla y multiplicarla, es por eso que necesitamos pasar por el proceso del Espíritu Santo para que seamos hechos aptos, así como lo confiesa la cita de hoy.
En este caso apto y digno tienen la misma connotación, es decir, no es un asunto de merecer, sino de tener la naturaleza y la consciencia correctos, si Dios transforma nuestro entendimiento así como pretender hacerlo y lo declara en Efesios 4:23 y Romanos 12:2, no hay nada que impida que cualquier cosa que pidamos al Padre en el nombre del Hijo nos sea dado y sea entregado en nuestras manos, ya que no lo gastaremos en nuestros deleites, como previene el Apóstol Santiago en su epístola, sino lo usaremos para gloria de Dios, espero entienda la diferencia.
Ser hechos aptos no quiere decir que mágicamente sabremos qué hacer, sino significa que nuestro oído ha sido afinado, que la voz de Dios es importante para nosotros y entenderemos como la bendición no es un beneficio especial para nosotros, sino es es el Reino de los Cielos derramado en nosotros poniéndonos en el mismo plano de acuerdo a la voluntad de Dios, confirmando nuestra naturaleza y confirmando nuestra capacidad de honrar a Dios y cuando hacemos eso, sin resistirnos, es cuando recibimos aún más de lo que habíamos hecho en un principio.
En otras palabras, el ser hecho aptos es la consciencia de haber sido hechos parte de algo más grande que nuestra propia identidad y nuestro pequeño mundo, significa el haber sido insertados en un Reino abundante en el cual encajamos perfectamente y del cual somos parte, pues nuestra naturaleza interior ha sido transformada y ahora podemos actuar y pensar alienadamente a este Reino y sus propósitos y sus medios nos son lógicos, naturales y simplemente hinesitables.
De pronto pareciera que esto de ser aptos es algo completamente ajeno y dificilísimo, pero en realidad no lo es, es algo que Dios hace, cuando nosotros le damos oportunidad, es algo que es simplemente natural en nosotros cuando disponemos nuestros corazones y cuando le damos oportunidad a Dios de entrar a donde nunca antes lo había hecho.
Piénselo de esta manera, nadie está preparado para ser padre de un bebe, pero Dios da vida en el vientre de una mujer y de pronto sucede una transformación y la consciencia cambia, los planes cambian, la manera de alimentarse cambia, y dejamos de vivir reactivamente, para empezar a actuar precavidamente, hacemos planes, anticipamos situaciones y todo lo que hacíamos parece no tener sentido, Dios de pronto nos hace aptos para ser padres, bueno, aún mas sencillo, pero también mucho pero mucho más radical sucede con el Reino de los Cielos, solo tenemos que atrevaernos a ser embarazados con el sueño de Dios ó bien ser hechos aptos.