Muchas personas han leído fracciones de la Biblia, unos versículos antes y otros después y la mayoría ha leído esto porque lo escucha en alguna enseñanza ó bien porque navega en su Biblia buscando una respuesta de parte de Dios, pero en realidad son pocas las personas que deciden aventurarse a leer la Biblia de principio a fin y de manera recurrente, de hecho, para muchos esto es una labor titánica y algo que pareciera por completo imposible, sin embargo no se dan cuenta que sin esto no entenderán verdaderamente el contexto de todas esas cosas que Dios tiene para decirles y que son parte de un todo que se renueva de manera constante.
Es precisamente con eso que la fe de muchas personas se basa solo en un par de pensamientos ó creencias dispersos que en ocasiones no tienen el fundamento necesario como para dar fruto en la vida de las personas.
Piénselo de esta manera, muchas personas se acercan a Dios con la intención de ser felices, es más no tenemos que ir tan lejos, se acercan con la idea de sufrir menos, se acercan por necesidad y a veces pareciera que necesitan de parte de Dios una bocanada de aire fresco como para seguir adelante, hay personas que literalmente pareciera que van a morir, tienen tanta necesidad de “algo” que cuando ya agotaron sus recursos, sin más remedio llegan a la presencia de Dios a buscarlo, lo interesante es que cuando ya llegaron a este punto, no tienen nada que dar y solo esperan que alguien les de algo.
Este son el tipo de personas que normalmente suelen salir heridas de las iglesias ó andan de iglesia en iglesia buscando alguien que les dé algo, pero no terminan de encontrarse con el Dios vivo, pues tienen contacto con las personas y con lo que pueden obtener de ellas, empezando por su aprobación y terminando por donde las circunstancias lo permitan, lo ha pensado?
Sin embargo la Biblia nos enseña que Dios tiene otra naturaleza y que ha puesto en nosotros esa misma naturaleza, hay un relato que habla acerca de una mujer que fue al templo y entregó 2 monedas pero Yeshúa (Jesús) la reconoció en su corazón y dijo “esta mujer ha dado más que nadie, pues dio todo lo que tenía” y sabe por qué Yeshúa (Jesús) la reconoció?, sencillo, pues la promesa de Dios estaba a punto de cumplirse en ella y la multiplicación del Reino de los Cielos estaba a punto de tener efecto en esta mujer de acuerdo a lo que Dios había prometido pero pocos lo notaban.
Dios nos diseñó para dar, no para recibir, Dios nos hizo catalizadores de su Espíritu y no barriles sin fondo que recibirán cosas buenas, es por eso que en el contexto de la Biblia al conocerla de principio a fin, entendemos esas cosas tan esenciales para una vida plena y una vida como la describe el mismo Yeshúa (Jesús), gloriosa.
Ahora bien, piense esto, hay personas que llegan tan vacías a las iglesias que necesitan que les den “algo”, si les enseñaremos la palabra de Dios aprenderían este principio (y es por poner solo un ejemplo) de 2 enseñanzas combinadas que tienen un efecto eterno.
Juan 15:13 Palabra de Dios para Todos (PDT)
El amor más grande que alguien puede demostrar es dar la vida por sus amigos.
Lucas 6:38 Palabra de Dios para Todos (PDT)
Den a los demás y ustedes también recibirán. Se les dará una cantidad mayor a la que puedan contener en su regazo, aunque se la haya agitado y apretado al máximo, siempre se rebosará. Porque con la misma medida que ustedes midan a los demás, Dios los volverá a medir a ustedes».
Dar su vida por alguien no significa colgarse en una cruz y morir por los pecados de los demás, dar su vida por alguien significa desde el dedicarle tiempo a alguien y escucharlo, hasta invertir dinero en sus necesidades ó bien pasar tiempo a su lado esperando le pase el efecto de su embriaguez, qué se yo, pero si lo hacemos con amor y con la intención de que ese otro entienda que estamos ahí por él, entonces la Biblia nos garantiza que todo lo que hayamos dado nos será recuperado, aumentado y potencializado, pues hemos hecho algo más allá por ese otro que cualquier persona lo haya hecho antes, hemos sembrado vida y habremos de cosechar de acuerdo a la semilla que sembramos.
Es por eso que las iglesias no son lugares hechos de ladrillos y piedras, sino un estilo de vida, pero las personas que no saben eso, deben de recibir amor de quienes si lo sabemos, para que se hagan parte de la iglesia (del griego Ekklesia, que significa convocados con un mismo fin) y vivan de esa manera que no tiene miedo de entregarse y que tiene un efecto multiplicador, para que el salir de los problemas no solo sea algo posible, sino algo natural, de manera que el verdadero efecto de Dios sea la multiplicidad más allá de solo la tranquilidad, lo había pensado?