Siempre lo he dicho y muy seguido tengo que recordármelo a mí mismo, solo existen 2 maneras de hacer las cosas, al modo de Dios y al modo propio y solo existen 2 tipos de resultados, los del Reino de Dios y los resultados de nuestras propias decisiones y aunque nos esforcemos en tratar de acomodarlo de esa manera, no existen medias tintas ni existen esos “milagros” donde Dios pasa por encima de nuestra voluntad, como si tuviera la necesidad de agradarnos ó hacer “algo” bueno por nosotros ó esas cosas que mucha gente llama “dioscidencias”, pues Dios no comparte créditos con la casualidad.

Y con esto quiero compartirle, que solemos vivir una vida donde realmente la ley de Dios aplica para toda criatura, no importa si la conocemos (la ley de Dios) ó no, simplemente es así, de modo que solamente cosecharemos las cosas que hayamos sembrado, y si hemos sembrado poco, cosecharemos poco, pero no tiene que ver con algo que nosotros tengamos que dar, pues afortunadamente Dios no tiene necesidad de que le demos nada, sino tiene que ver con el hecho de que permitamos que Dios haga en nosotros de manera que seamos objeto de lo que Él hace, espero tenga sentido lo que le cuento.

Se lo voy a poner de esta manera, Dios es muy claro en lo que nos dice por medio de su palabra, nosotros podremos inventar todo lo que queramos, pero Él nos dice que si lo amamos, le obedezcamos (Juan 14:15), eso es todo, no hay maneras alternativas de amarle, no hay maneras personales ni diferentes de expresarle nuestro amor a Dios, ni con mandas, ni portándonos “bien”, ni haciendo cosas por otros, solamente obedeciendo sus mandamientos y para ello, hay que conocerlos por medio de la Biblia, así de fácil, sin rodeos.

La obediencia es la llave que abre la puerta de la bendición, ese es el modo que viviremos no una vida donde recibamos cosas lindas y agradables y tampoco es una manera de validad nuestra relación con Dios, ni de su aprobación, sino de que sabemos y tenemos consciente de qué se trata nuestra relación con Él y cuales son las prioridades de su Reino.

Piénselo de esta manera, Dios no es escaso y jamás permitiría que lo representáramos de manera incorrecta, por tal no hay hijos de Dios que actúan en necesidad, sino hay hijos de Dios que desatan las promesas del Reino y que arrebatan violentamente las promesas que Dios nos dejó por escrito en la Biblia (Mateo 11:12).

Lo nota?, no es que Dios nos dé cosas, es que nosotros debemos de arrebatarlas, y hacerlas nuestras y sabe por qué las tenemos que arrebatar?, para que las podamos apreciar y lucir, así de sencillo.

Y de todo esto, hay una sola cosa que me llama muchísimo la atención, las personas que no conocen la Biblia y que no conocen a Dios suelen decir que el antiguo testamento de la Biblia ha perdido validez, sin embargo la Biblia nos enseña que ese testamento se basa en el principio de la misericordia de Dios, es decir en el no recibir lo que mereceríamos a causa de nuestro pecado, pero el nuevo testamento, se basa en el principio de la gracia, es decir en recibir aquellas cosas que no merecemos a causa de nuestro pecado pero por medio del efecto de la sangre de Yeshúa (Jesús), pero las personas viven esperando recibir misericordia de Dios y no gracia!, de modo que viven atadas a un principio pasado y no un principio eterno!, inaudito, no?

La cita de hoy habla de 2 personas y 2 efectos, la primer persona de la que habla es de un ladrón, muchos lo llaman Satanás y nos dice que si vivimos atados a Satanás y al principio de su ignorancia, viviremos en constante escasez de algo, siempre algo nos hará falta, dinero, amor, paz, qué sé yo, pero dice que si vivimos atados a Dios, en específico a Yeshúa (Jesús) y a su Espíritu Santo, viviremos en la abundancia del cumplimiento de las promesas que nos dejó por escritas, donde la escasez, la necesidad, la enfermedad y todas esas cosas que abundan en el día a día de quienes se resisten a Dios con la excusa de no ser “religiosos” no tienen espacio ni cabida, así que piénselo, vive medio bendecido por que es medio obediente?, ó más bien vive de la casualidad y las coincidencias, pensando que Dios actuar detrás de bambalinas queriéndole hacer bien porque ya ha sufrido mucho?

Sea honesto con usted mismo y atrévase a vivir abundantemente, así como lo promete la cita de hoy, permita que la plenitud del Reino de Dios no solo llegue, sino inunde su vida.

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