Muchas personas suelen decir que de política y de religión no se debe de discutir, pero sabe, soy una de esas personas que no está de acuerdo con éste tipo de comentarios, y sabe por qué?, porque muchas personas prefieren tener su opinión aunque esta tenga su fundamento en la ignorancia y viven bajo las consecuencias de sus decisiones erróneas y equivocadas y luego se quejan de los malos gobiernos que tienen ó del dios que no los bendice y pareciera estar enojado con ellas, lo ha pensado?
Cuan afortunados somos en tener una Biblia que nos enseñe y nos describa quien es Dios, imagínese si tuviéramos un libro similar para la política, tomaríamos decisiones increíbles y tendríamos gobiernos inmejorables ó tal vez, así como hacemos con la Biblia, lo ignoraríamos y viviríamos, mejor dicho sobreviviríamos de aquello que alguien más nos dijo y lo tomaríamos como válido porque así nos lo “inculcaron”.
Esto se lo digo, porque es muy común en mi el recibir todo tipo de comentarios con las opiniones que muchas personas tienen acerca de Dios y los pobres resultados que han en sus vidas de esa relación inexistente con ese dios que es más parte de un mito y una creencia que del fundamento de la Biblia.
Yo sé que muchas personas no están de acuerdo que diga que no debiéramos decir que Dios “por algo” hace las cosas, y no es que esté mal que lo digan, el problema es que la mayoría de las ocasiones las personas se conforman con ese “por algo” y ni siquiera saben si Dios siquiera intervino en esa situación ó si existe el ambiente para que Él participe, sin embargo le hacemos responsable (por no decir culpable) de los mediocres momentos “espirituales” que solemos tener (no me lo tome a mal, pero creo que solo diciéndolo así de directo creo lograr consciencia acerca de este tema).
Es increíble que muchas personas se conformen con un “por algo” cuando Dios nos dice en específico a lo largo y ancho de la Biblia “deléitate en el Señor y Él te concederá las peticiones de tu corazón” ó bien “todo lo que pidieres al Padre en el mi nombre (Yeshúa habla), te será dado”, por favor dígame usted en donde en estas frases tan contundentes cabe un “por algo” y una respuesta alternativa a recibir aquello que pedimos en oración?, si no me equivoco (y si es así, por favor hágamelo saber) en ningún lado, aunque es cierto que la Biblia también dice que los pensamientos de Dios son distintos a los de los hombres y sus tiempos también, esas verdades no anulan y tampoco complican el cumplimiento de estas dos promesas, que dicho de paso, una es del antiguo testamento y la otra del nuevo, para también dejar acentuado que Dios no cambia y es el mismo, por tanto no dejará nuestra oración respondida por un vago “por algo”.
La respuesta tiene un fundamento muy simple, las personas le piden a un dios imaginario, que es bonachón y pusilánime, que se deja llamar “dioscito” y que es buena onda, pero que en realidad no conoce ni la majestad, el poder ni la autoridad y no tiene a nadie que le rinda honra y no tiene gloria alguna, pasa su tiempo pensando que “por algo” las cosas son así, cuando en cambio quienes se han decidido a entrar en la presencia del Dios de la Biblia, y experimentar su majestad y su poder, no tendrán más remedio que exponer su corazón y dejar que Dios responda a lo que ve en el, perfeccionándolo y cumpliendo su promesa, de modo que nunca salgan de su presencia de la misma manera como entraron, tal como lo promete la Biblia.
En otras palabras y para ponerlo más simple, en mi entendimiento, no es que Dios “por algo” haga las cosas ó no las haga, sino que casi todo el tiempo no es con Dios con quien platicamos, sino con nuestros propios pensamientos, Dios a pesar de estar en todo lugar, tiene una característica, no deja de ser quien es, por tanto debemos de tener en cuenta su deidad, su majestad, darle honra y sobretodo, entrar con un corazón puro y limpio, no podemos simplemente apretar los ojos y alguna otra parte de nuestro cuerpo y tomar eso como “oración”, es eso lo que nos aleja de sus respuestas y del cumplimiento de sus promesa, no se ha dado cuenta?
En la cita del día de hoy, hubo un hombre llamado Bartimeo, que antes de ver la oportunidad de pedir y recibir algo, supo que este era el hijo de Dios el cual El Padre había prometido en las escrituras, por eso no lo llamó “dioscito”, ni “chuy”, lo llamó hijo de David, lo reconoció por su esencia, por su palabra y por su promesa, de modo que su corazón estuvo completamente expuesto delante de Yeshúa (Jesús) y éste hizo como prometió y le concedió aquello que su corazón anhelaba, pues en ello había un propósito, el edificar a las generaciones hasta hoy con el relato de su sanidad y no simplemente un “por algo”.