Si hay algo que me saque de quicio es cuando escucho a las personas decir “las cosas por algo pasan”, creo que es una expresión sumamente mediocre y conformista, pero más aún me molesta que las personas se hagan ignorantes en su fe diciendo “Dios por algo hace las cosas”, pues se ponen a sí mismas en algo así como el “limbo” y apuestan a que Dios tiene un propósito oculto que algún día les revelará (aunque en realidad no les interesa) y que juega con nuestra vida y voluntad.
Precisamente por ese motivo Dios nos dejó su palabra, para que no andemos inventando cosas ni imaginándonos que Dios nos quita algo para darnos algo mejor, Él no tiene necesidad de hacer intercambios, Él nos lo dio todo y simplemente espera que hagamos lo mismo que le entreguemos todo, pero para siempre así como Él para siempre nos regaló la salvación y la vida eterna.
Ahora bien, todo lo que Dios haga ó lo que Dios nos diga, está reflejado en su palabra, de modo que si nosotros queremos pensar que Dios “por algo” hace las cosas es tan sencillo como recurrir a su palabra para entender que no es así y para muestra la cita de hoy que dice todo lo contrario, nos dice que su voluntad es buena, que es agradable y es perfecta.
Piense esto, cuando decimos “por algo”, en realidad no entendemos hacia donde va la cosa, pero cuando entendemos algo como bueno, es porque le conocemos y sabemos de que se trata, es como cuando comemos algo, nunca decimos que algo es bueno, aun cuando lo hayamos probado y no sepamos qué es, no tendremos paz hasta no estar seguros de lo que estamos comiendo, cierto?
La voluntad de Dios es agradable, es decir, tenemos que sentirnos cómodos con ella, porque sabemos a donde nos lleva, porque le vemos sentido, porque sabemos de qué se trata, es como cuando tenemos un amigo en el que confiamos sabemos sus gustos, sabemos sus preferencias, sabemos sus métodos y sabemos qué esperar de él, así es con Dios, sabemos que podemos esperar de Él por medio de su palabra de modo que nada de lo que hace es sorpresa, pero a su vez siempre es nuevo, es un nivel de confianza increíble.
La voluntad de Dios es perfecta, porque simplemente hace sentido con todo lo demás que Dios está haciendo en nosotros, porque simplemente encaja con su palabra, porque simplemente sienta precedente para todas las cosas que vienen, las que hemos orado y de las que nos ha hablado, es la pieza que encaja exactamente en todo lo que está pasando, Dios no es improvisado, ni anda jugando a diseñar cosas que son diferentes, Dios tiene un plan, nos lo comunica y trabaja alrededor de ello, es por eso que no podemos darnos el lujo de llenar nuestra vida de fe de “por algo’s”, pues solo nos llevarían erráticamente a una voluntad de Dios que pareciera imperfecta e improvisada.
Piénselo detenidamente, cada vez que usted se da el lujo de decir que Dios “por algo” hace las cosas, lo deja en un plano aislado y sin rumbo, pero cada vez que reconoce las promesas de la Biblia en su vida y en todo lo que le rodea, le lleva a un camino certero y definido, con un resultado glorioso y asombroso a su vez, de manera que se convierte en parte de su voluntad y su vida se hace cada vez más buena, agradable y perfecta, como ve?