Todas las personas tenemos necesidad de aprobación y reconocimiento, más no todas las personas lo buscan de la misma manera y no todas saben aprovechar cuando lo reciben ó bien muchas personas aprenden a vivir sin recibirlo y pasan largos tiempos de vacío y amargura a causa de ello.
Muchas personas suelen buscar el reconocimiento y la aprobación que necesitan con personas de autoridad, es como si pensaran que esa persona las aprueba, entonces su vida es adecuada, pero en realidad es muy arriesgado el poner nuestra confianza en un desconocido y luego pretender que nuestra vida ó bien las acciones que hacemos tienen un valor, un sentido ó una dirección.
Cuando hablo de autoridad, hablo de cualquier tipo de autoridad, pero hay quienes buscan aprobación y reconocimiento de siervos de Dios y les dan una autoridad que no les corresponde y pretenden sacarle la justificación para sus maneras de vivir como un aliciente temporal hasta que vuelvan a encontrar a personas similares para seguir adelante, sin tomar en cuenta cosas muy importantes.
Una de esas cosas importantes que debemos de tomar en cuenta, que todo lo que viene de Dios es eterno, no caduca y no es pasajero, por tanto no es algo que tengamos que estar buscando de manera constante, por ello debemos de tener cuidado de qué es lo que buscamos en las personas y cómo lo manejamos.
Más importante aún es el considerar que Dios puede y quiere hablarnos a todos de manera directa, muchos no se han atrevido a experimentarlo, pero es 100% real, sólo hay que estar dispuestos a que Dios nos hable lo que Él quiere decirnos y no aferrarnos a una respuesta en específico ó bien a un si ó un no, pues Dios no es así, la Biblia nos lo enseña.
También es importante considerar que todas las cosas que Dios nos diga, tienen que ver con su palabra (La Biblia) de modo que nada que Él nos diga ya sea de manera directa o bien por medio de un tercero, será ajeno a la Biblia, Él siempre regresará a ella, pues es la mejor manera de asegurar que fue Él quien nos habló y no nuestra imaginación ó la buena intención de alguien que nos vio tan mal ó tan desesperados que nos haya querido hacer un favor, de modo que cuando necesitemos aprobación ó reconocimiento, no necesitamos hacer otra cosa que ir a nuestra Biblia y tenga por seguro que Dios le mostrará justo lo que necesita para salir adelante.
Ahora bien, Dios creó la profecía y nos dio la instrucción de perseverar en ella, pero tenemos que entender la profecía como Dios la dio, para que no nos confundamos y no hagamos de los profetas oráculos ó adivinos de los cuales dependa nuestro futuro, sino como emisarios de Dios que confirmen lo que previamente Dios ha hablado a nuestras vidas.
La profecía es un don del Espíritu Santo, es decir, es una capacidad sobrenatural que Dios da a las personas para hablar por medio de ellos, pero entienda esto, cuando usted recibe profecía, no se trata del profeta (por aquello que hay quienes luego les gusta alabar a los profetas), no se trata de usted tampoco (aun cuando la profecía sea para usted), sino se trata de Dios quien le está revelando y confirmando aquello que pretende hacer en su vida (si usted se deja y lo permite) y pretende glorificarse en su cumplimiento.
Yo en lo personal lo entiendo de esta manera, Dios nos habla todo el tiempo, pero en las cosas que son realmente trascendentes, llega y nos confirma por medio de un profeta para que podamos estar seguros que es la voluntad de Dios y que perseveremos en ello hasta su cumplimiento, ó bien, cuando Dios necesita que nos enfoquemos en algo que estamos descuidando, nos puede enviar un profeta, para darnos una palabra de esperanza, de atención y de guía, pero siempre, habrá de confirmar aquello que nos dice y he comprobado hasta hoy que normalmente el profeta es quien confirma algo que Dios nos ha habido previamente.
Lo que si es cierto, es e difícilmente encontraremos profecía certera sin una vida de intimidad, es decir, tenemos que aprender a pasar tiempos en silencio delante de Dios, tenemos que tener como objetivo el escuchar su voz y no condicionarla a respuestas específicas, se lo recomiendo, encontrará que la voz de Dios es fascinante y tiene cosas tan profundas que hablarnos, que le dejarán sin aliento.
Ahora bien, Dios mismo nos advierte acerca de la profecía y de aquellas personas que pierden el sentido de la misma (tanto las que la dan como las que la reciben), existen falsos profetas, unos porque se hacen y otros que los hacemos, pues se sienten con la obligación de darle algo a quienes les aclaman o pretendemos sacarles algo a fuerza, recuerde, sin intimidad no hay profecía y toda profecía tiene que ver con la palabra de Dios y su cumplimiento en nosotros, por ello hay que tener cuidado con el papel de autoridad que le damos a ciertas personas, sobre todo si son famosas y desconocidas en lo personal, pues corremos el riesgo de equivocarnos.
Ojo!, no puedo generalizar, Dios puede usar a cualquiera y llamar su atención en una gran reunión pública, pero para ello tendría usted que tener un gran corazón dispuesto a obedecer, como para que lo hiciera de esa manera, pues una característica muy específica de la profecía es que por lo general tiene una condición, ya sea específica y explicita ó bien implícita, pero siempre estará condicionada a la obediencia en algo específico.
Por tanto mi invitación en esta mañana, es a que persevere en la profecía, es muy necesaria en su vida de fe, le dará tal como lo decía, reconocimiento y aprobación, pero no para que se conforme, sino para que persevere, busque a Dios en la intimidad y busque escuchar su voz, de esa manera, vivirá días increíbles y tendrá seguridad en su caminar, pues cada paso que dé, tendrá rumbo e intención por parte de Dios.