Lo he mencionado en muchas ocasiones, la palabra bendición es una palabra compuesta que viene del bien-decir, es decir, una bendición es algo que Dios habla a favor de nosotros, por eso es que la bendición está directamente relacionada con la Biblia, pues la Biblia es todo aquello que Dios habló, no en vano se le llama la palabra de Dios, por tanto si estamos buscando una bendición o no sabemos cómo es que Dios pudiera bendecirnos, solo tenemos que acudir a la Biblia y es ahí donde todo nos debe de quedar más que claro.
Pero bendecir no es solo la intención de hablar de manera linda ni con buena intención, una bendición es hablar con autoridad y con la certeza de que aquello que se habla, no solo sucederá, sino permanecerá y le quiero dar un ejemplo que estoy seguro que le dejará clara la trascendencia de una bendición.
Cuando Dios creo el universo, todo lo creó por medio de su palabra, es decir, habló lo que habría de suceder y una a una fueron sucediendo todas las cosas que dijo, pero luego se detuvo e hizo una cosa muy en especial, tomo barro y formó al hombre y no solo hablo vida sobre él, sino le dio su aliento de vida, es decir, habló desde lo más profundo que había en Él y le compartió de su naturaleza y le hizo a su imagen y con la capacidad de expresar su naturaleza (semejanza), no solo habló, sino por medio de su aliento compartió de su naturaleza con él, increíble, no?
Ahora bien, cuando Dios se mostró a Moisés en medio de la zarza ambiente (se me eriza la piel solo de pensar en ese momento), Moisés le preguntó su nombre y este le respondió Yo soy el que soy y muchos pronuncian el día como Yahvé o Jehova, pero si lo pronunciamos en el hebreo antiguo, es un nombre que no podemos expresar sin exhalar aliento, es decir el solo pronunciar el nombre de Dios provoca 2 cosas, el que recordemos que tenemos su naturaleza por medio de su aliento y que es nuestra responsabilidad el salir al mundo a hablar de Él y bendecir a la personas por medio de hablar lo que Él es en medio de nosotros, para que eso que digamos transforme al mundo entero.
En otras palabras, el bendecir es el hablar lo que Dios nos hable a otros y decirlo con la firme certeza de que nuestra palabra y nuestra esencia quedarán plasmadas de modo que den gloria a Dios, así de simple.
Entonces, es por eso que no podemos bendecir a la ligera, ni hablar buenas intenciones a las personas, ni siquiera el orar debería de serlo, pues estamos hablando en nombre del Rey del Universo, todo lo que hablemos de bendición es en el nombre de Yeshúa (Jesús) y por tal no podemos usar su nombre en vano si no estamos dispuestos a expresar su naturaleza, hace sentido?
Por tanto nos es necesario caminar en constante santidad, la cual no se trata de “portarnos bien”, sino de estar apartados y atentos en nuestro oído para saber qué es lo que Dios quiere hacer y entender en Él cómo es que habremos de compartir nuestra naturaleza a otros.
Esto quiere decir que no podemos estar viviendo en maldición y simplemente cambiar de ambiente y bendecir a otros o esperar que Dios nos bendiga, note como en la cita de hoy Dios nos compara con una fuente, la fuente no da agua en momentos, ni alterna el tipo de agua que da, la fuente siempre da agua y siempre da de la misma, por tanto una vez que empezamos a ser de bendición, no podemos dejar de serlo, no se es santo aleatoriamente, pero es emocionante ver como Dios por medio de nosotros puede y es bendición de manera constante y no deja de serlo, por el contrario, aumenta la intensidad en todo momento y en todo tiempo.
Esto nos lleva a entender que para poder ser autores de bendición, debemos de dejar de entrar y salir a la presencia de Dios, debemos de dejar de sentirnos bien y mal acerca de nuestra relación con Él, debemos de dejar de ser ajenos a Dios y ser uno con Él, como Yeshúa (Jesús) lo oró y será entonces que la bendición dejará de ser algo esporádico en nosotros y se convertirá en una constante, como ve?, está listo para vivir en la constante bendición?, esta listo para que su fuente de agua dulce todo el tiempo?, está listo para compartir la naturaleza que Dios le ha dado cada vez que abra la boca y de vida por medio de ello?