Tengo que ser muy honesto y confesar que cada vez que escucho que alguien dice “Dios por algo hace las cosas” me dan ganas de ahorcarlo y darle 50,000 motivos de porqué esto no es para nada cierto y cómo pierde su tiempo pensando de esta manera, pero gracias a Dios he aprendido a controlarme y hoy incluso tengo tiempo de escribir uno de esos miles de porqués esto no es correcto.
Normalmente solemos actuar como si fuésemos ajenos a Dios y como si solo Él tuviese la responsabilidad de bendecirnos y darnos lo que pedimos sin pedir nada a cambio.
La verdad es que nos dio la salvación sin pedir nada a cambio, pero esta nos la dio con la intención de que pudiésemos nacer de nuevo y regresar a nuestra identidad a la imagen de Dios y con la capacidad de expresar su naturaleza (semejanza), a partir de que somos salvos, es nuestra responsabilidad el perseverar en la palabra para poder vivir una vida de Reino y no pasárnosla sobreviviendo a nuestros problemas cotidianos y repetitivos, no cree?
Muchas personas suelen decir que Dios “por algo” hace las cosas porque pareciera que las cosas ‘buenas” se “van dando” y asumen que todo lo que es bueno de alguna manera vienen de Dios, pero que acaso esas personas no han escuchado dichos como el de “no todo lo que brilla es oro” ó la cita aquella que nos dice que Satanás mismo se disfraza de ángel de luz para engañarnos?, por tanto no podemos tomar todo lo “agradable” como algo bueno y no todo lo que pareciera bueno, como algo que viene de Dios, por el contrario debemos de ser cauteloso.
Peor aún, es cuando las personas leen citas como la de hoy y se toman de ellas creyendo que son sinónimos a lo que dicen o bien que lo que creen es bíblico, pero solo se toman de la mitad de la cita y creen que “todas las cosas les vienen a bien a los que aman a Cristo” y al momento de leer o pensar en “aman”, aprietan los ojos y alguna que otra parte de su cuerpo para provocar una sensación de amor, como si con ello pudieran asegurar que en ese momento la cita les aplicara, pero no es así.
Note que la cita continua y dice que esto de que todas las cosas nos vienen a bien a los que amamos a Cristo, no es una cita incluyente, sino más bien una excluyente, dice que es para aquellos que son llamados con un propósito y no para aquellos que aprietan los ojos y alguna parte de su cuerpo para expresar un amor falso e interesado.
Todas las personas tenemos un propósito en esta vida y es uno de los mayores deleites de Dios el revelárnoslos y hacernos participes de ellos, para que de esa manera podamos hacer que la palabra se cumpla, y que aun en la adversidad veamos la mano de Dios a nuestro favor, pero de manera tangible y de manera continua y no de manera “oculta” y “mística” como muchos creen.
Es por eso que debemos de vivir de acuerdo a nuestro propósito para vivir con un rumbo y no errantes como nos revela Proverbios 29:18, y es cuando tengamos encuentros con Dios con un propósito y con una agenda y no solo pedir de acuerdo a nuestra debilidad o antojo del día que podremos ver esta cita cumplida y podremos además gloria por ello de manera que Dios sea exaltado por todo aquello que nos sucede.
Es por eso que debemos de tener encuentros esporádicos con Dios y debemos de dejar asignarle el tiempo que nos sobra al final de nuestro día para “darle gracias” y hacerlo parte de nuestras prioridades, debemos de tener temas que discutir con Él, de manera que nos revele no solo lo que es y lo que sabe, sino los motivos que hay en su corazón y podamos ser transformados de regreso a su imagen y semejanza por medio de ello.
Le voy a invitar a que medite en la cita de hoy y piense en cuantas veces la ha usado equivocadamente y propóngase a vivir de acuerdo a ella ahora, conociendo su propósito y perseverando en el.
Una gran ayuda para conocer el propósito de Dios en su vida puede ser el libro Chazown, el cual ha sido de gran bendición para miles que decidieron de dejar de pensar que Dios “por algo” hace las cosas.