Hace ya casi 4 años que vivo en la ciudad de Guadalajara y no creo que las palabras puedan descubrir lo feliz que soy en este lugar y lo mucho que agradezco la oportunidad de poder vivir en este lugar.
En ocasiones me asombro de las muchas cosas que descubro en esta ciudad, a pesar de ser una ciudad de millones de habitantes, no pasa un día que no vea un colibrí o que el cántico de las aves no me despierte en la madrugada, a veces me es difícil creer que vivo en una ciudad tan grande y luego me pongo a pensar porqué es que no veía y escuchaba en la ciudad donde vivía antes, siendo que vivía en un paraíso.
Antes de vivir en Guadalajara, vivía en Cancún y pasaba mucho tiempo defendiéndome de las personas que aseguraban que tenía una gran vida viviendo en un destino de playa y justamente frente al mar.
Muchos veían los privilegios de los que yo gozaba al vivir donde vivía, yo solo veía la gran cantidad de trabajo que tenía y lo mucho que extrañaba el lugar donde vivía antes, obvio, no la pasé nada mal, pero puedo hoy darme cuenta que pasé gran tiempo distraído y ocupado en vez de disfrutar plenamente el lugar donde vivía.
Estoy seguro que en Cancún había 10 veces mas aves que cantaban en la mañana y estoy seguro que me perdí de muchas cosas más y que puede parecer tonto notar lo que noto ahora en Guadalajara, pero he decidido no pasar un día más sin estar plenamente consciente de aquello que me rodea y que es parte del plan de Dios.
Así le pasa a muchas personas, muchos pasan su tiempo enfocados en lo que no tienen, sus problemas y las cosas que les hacen falta que no se dan cuenta de todo lo que les rodea y de todo lo que si tienen que les hace feliz.
Hoy que tengo total y absoluta consciencia de quien soy y de donde me encuentro, soy capaz de disfrutar todo lo que me rodea y más aún de aquel que habita dentro de mi y me llena de su favor constante.
La cita de hoy nos habla de que la naturaleza vive en un estado de constante consciencia de la presencia de Dios, por tal no puede hacer mas que anunciar a aquel que les sostiene, y lo entiendo de esta manera, la Biblia nos hablar de que las aves de los cielos no se preocupan por qué habrán de comer mañana, ya que están conscientes de la provisión de Dios, por ello pasan su tiempo libre adorando a Dios y las flores del campo no se esmeran por vestirse de colores vistosos, sino que se dejan vestir por Dios y son más llamativas aún, la misma Biblia nos invita a buscar nuestra ayuda en el Señor quien ya lo ha definido todo, solo espera que le demos entrada en nuestro corazón para poder actuar.
Muchas veces estamos tan ocupados que no tenemos tiempo para Dios, pero a su vez pasamos gran parte de nuestro tiempo pidiendo ayuda a ese mismo Dios para que nos ayude en lo que hacemos, si lo vemos detenidamente, no hace mucho sentido, no lo cree?
Por tanto, es nuestra decisión el tipo de vida que llevamos, uno donde nuestra atención está enfocada en Él y por tal le veremos en todo lo que hacemos, o una vida enfocada en nosotros, donde solo entenderemos lo limitados que somos y las carencias que tenemos, todo es cuestión de que decidamos.
Yo le aseguro que a mi no me vuelve a pasar, hoy en día descubro a diario el paraíso en el que vivo en vez de ver el concreto que me rodea, pero sabe, antes que eso dejo que Dios me muestre lo que Él ve, lo que Él hace, para poder hacerme parte de ello y poder anunciar sus maravillas junto con el cielo y de sus obras junto con todo aquello que mora sobre la tierra para darle gloria.