Anoche tuve la oportunidad de compartir de la palabra en un grupo nuevo al que nunca había asistido y aunque no era yo el expositor, fue de lo mas interesante el poder complementar los comentarios de quien estaba exponiendo.
El tema era la obediencia y ponía como ejemplo a Abraham, quien fue obediente a Dios al grado de ofrecer a su propio hijo como sacrifico, todos conocemos la historia o no?
El detalle no es el que Abraham obedeciera o no obedeciera, ya que la misma Biblia nos enseña que Abraham y su mujer habían tratado de evadir el tema previamente, y lo hacían porque conocían a Dios y sabían como eran las cosas y se rehusaban a hacer aquello que les era demandado.
Bueno, lo plantearé de una manera distinta, no es que ambos lo supieran, Abraham lo sabía, porque era quien conocía a Dios y de Dios, Sara por su parte dejaba a su esposo este asunto, ya que consideraba que no le competía, pero no fue sino hasta que Sara tuvo un encuentro con Dios y le conoció, que dispuso su corazón a tener un hijo el cual habría de entregar.
Esto que le comento no es un caso aislado en la Biblia, Jonas, era el hombre de la confianza de Dios y sabía perfectamente qué y cómo es que Dios haría con los ninivitas, mas no estaba de acuerdo con lo que Dios haría y decidió caminar en el sentido opuesto a lo que Dios le había indicado.
Muchas veces tratamos de reflejarnos a nosotros mismos en los personajes de la Biblia y nos entendemos necios y desobedientes como muchos de ellos, pero sabe, Dios no nos creó a la imagen y semejanza de Abraham, Jonas, Moisés ó quien quiera usted mencionar, Dios nos creó a su propia imagen y a su propia semejanza y esto último significa con la capacidad de expresar su naturaleza.
Es por ello que Dios envió a su propio Hijo, no solo a pagar nuestro pecado, sino a ponernos la muestra de la obediencia que habremos de expresar, y es sencillo de explicar.
Uno no obedece a quien no ama y uno no ama a quien no conoce, es por eso que nos es tan sencillo y casi natural el vivir en pecado y en constante desobediencia, porque no amamos a Dios, amamos sus efectos en nosotros, nos gusta que nos de cosas ó que haga milagros y todo tipo de manifestaciones en nuestra vida, pero en realidad no le amamos, ya que no le conocemos, y como no le conocemos, nos es difícil el tomar diariamente la decisión de obedecerle diariamente y a cada momento.
En su tiempo, Abraham era el único hombre al que Dios le hablaba sobre la tierra, y en ese entonces no tenía ni televisión, ni una Biblia siquiera, todo lo que sabía de Dios le fue transmitido por la tradición oral que había entre los patriarcas de la época y de lo que escuchaba de Dios, por tanto, Abraham sabía mucho de Dios, le conocía detalladamente y por lo que conocía a pesar de haber pasado mas de 90 años en un principio, le seguía amando aun cuando no tuviera hijos, lo cual era su mas grande deseo.
Entregar a su primogénito no era algo nuevo, ya había habido patriarcas que lo habían hecho previamente (Enoc por ejemplo), por lo que el obedecer era un asunto de obediencia, no de conocimiento, no de amor, pues eso estaba mas que claro y puesto en práctica.
Hay muchas personas que pretenden entender a Dios, pero como entender a alguien a quien no conocemos?, como entender algo de lo cual no tenemos los detalles, como entender a un Dios del cual desconocemos su palabra?, cómo?
El asunto con Dios es creerle a Él, no creer en Él, sino creerle a Él, creer que todo lo que está escrito es cierto, que tiene un sentido y una razón de ser, ya que cuando empezamos a creer, es cuando nos empiezan a ser reveladas las cosas grandes y ocultas del Reino de los Cielos, pero sin fe, es decir sin creer en la palabra, no tiene sentido.
Por tanto, le invito a meditar en lo siguiente: que tanto conoce a Dios?, lo cual me lleva a la siguiente pregunta, de acuerdo a lo que conoce a Dios, cuanto le ama?, y por último, de acuerdo a su amor por Dios, cuanto le obedece?
Hay quienes dicen amar a Dios, pero no tienen idea de quien es, y dicen tener una relación con Él a su manera, siendo que eso no funciona ni entre los hombres, menos entre Dios y el hombre y por lo general es una excusa para no hacer lo que todos sabemos que terminaremos haciendo, no lo cree?
Dios ama a los obedientes, porque la obediencia es la mejor manifestación del amor que existe, le invito a que conozca a Dios, a que se acerque a su palabra, para que se pueda usted enamorar de Él, obedecerle por consecuencia y viva esa verdadera vida gloriosa como Él se las promete a quienes le aman.