Me apasiona el hecho de que la Biblia habla todo el tiempo acerca del corazón, nos recuerda constantemente como es que funciona y como es que Dios anhela habitar en el todo el tiempo.
La Biblia nos muestra que de lo que abunda en nuestro corazón, es de lo que habla la boca, por tanto, es muy sencillo entender a las personas y su relación con Dios solo por el hecho de escucharles hablar.
Por tal debemos de tener cuidado acerca de las cosas que dejamos que entren en nuestro corazón, no solo para que no hablemos mal, sino para que lo que se alimenta de nuestro corazón en nuestro interior, también estén bien.
De la misma manera, la Biblia nos advierte que no es lo que hay a nuestro alrededor lo que nos contamina, sino que lo que sale de nuestra boca, de modo que nuestra boca también es un factor que puede contaminar nuestro interior y si no tenemos cuidado, lo que hablamos puede entenebrecer nuestro corazón, por ello tanto nos advierte la Biblia acerca de ser chismosos, pues son quienes hablan sin consciencia y se contaminan por aquello que sale de sus bocas.
Así mismo la Biblia nos dice que en nuestra lengua está el poder de la vida y de la muerte y que es decisión nuestra como la usaremos, con la advertencia de que comeremos siempre de sus frutos.
Que asombrosa relación entre la lengua y el corazón, no?, que genial saber que lo que hablamos trazará el camino que habremos de caminar y que el depósito de todo ello es nuestro corazón, quien a su vez nos deja ver de que estamos llenos, por tanto, nuestro corazón y nuestra boca son quienes definen si estamos vivos o estamos muertos, pues hay quienes hablan muerte todo el tiempo y no se han dado cuenta que lejos de vivir, simplemente sobreviven y todo porque su corazón no ha dejado de latir.
Es como cuando nos enojamos con alguien, la reacción natural del enojo es hablar mal de la persona objeto de nuestro enojo, pero no nos damos cuenta que al hacerlo, es como si tomáramos un frasco de ácido o veneno con la intención de que le haga daño a esa persona, siendo que nos hace daño solo a nosotros.
Y sucede igual cuando sabemos que alguien esta enojado con nosotros, pues al no ir a ponernos a cuentas con esa persona, le estamos dando oportunidad de que se contamine y se llene de muerte.
Es por ello que Dios nos aconseja la confesión y el arrepentimiento, que no solo son para con Él, sino para con todos, cuando tenemos algo contra alguien lo mas sano es ir a decírselo, como también el ir a pedir perdón cuando sabemos que alguien esta enojado con nosotros, de manera que nuestro corazón esté siempre limpio a causa de nuestros actos de justicia (entendiendo por justicia el cumplimiento de la palabra de Dios).
Nuestro corazón es la fuente de la vida y se alimenta de nuestras palabras según entendemos por medio de la Biblia, todo aquello que nos haga hablar mal nos provocará muerte y todo lo que nos acerque a Dios y a hablar de Él nos dará vida, y no me refiero a hablar cosas lindas, sino a hablar cosas que tengan un impacto de vida en los demás, por ello tenemos que tener una constante consciencia de qué es lo que hablamos, para que entendamos siempre como está nuestro corazón y siempre podamos dar lo mejor de el, y por medio de ello reflejar a Dios, no lo cree?