Cuantas veces hemos clamado usted y yo a Dios por paciencia?, cuantas veces pareciera que no vamos a salir adelante en una situación y todo lo que le pedimos a Dios es la capacidad de soportar y tolerar lo que nos pasa para poder salir adelante? y luego le llamamos a esa capacidad “paciencia”, le ha sucedido?

La verdad es que cuando usamos este término para estas situaciones, lo hacemos de manera equivocada, ya que solemos confundir la paciencia con la tolerancia y no tienen nada que ver la una con la otra.

Piense en esto, cuando enfermamos y nos llevan al hospital, nos llaman “pacientes” y los pacientes no pueden hacer nada por sí mismos, solo pueden esperar por mientras los médicos hacen lo suyo y su cuerpo responde al tratamiento de los médicos, por tanto la paciencia no se trata de otra cosa que de esperar en lo que alguien más hace las cosas por nosotros.

Por tanto, la paciencia es el saber que algo sucederá y solo tenemos que esperar a que suceda, la paciencia por tal, tiene que ver con la voz de Dios, ya que en cuanto hayamos escuchado de la boca de Dios lo que hará en nosotros, solo tenemos que aprender a esperar a que el tiempo se dé.

Ahora bien, piense en esto, que pasaría si en vez de estarnos preocupando por las cosas y tratando de solucionarlas por nosotros mismos, dedicáramos tiempo a escuchar la voz de Dios y aprendemos a tener paciencia, y esperar por aquellas cosas que sabemos que Él hará.

La paciencia es una herramienta de gobierno, entiéndalo de esta manera, normalmente los candidatos a algún puesto político nos prometen cosas que ellos están seguros que pueden lograr y para ello nosotros les otorgamos nuestros votos y nos toca ejercer la paciencia para que cada cosa que prometieron sea cumplida.

De la misma manera lo hace Dios, llenó su palabra de promesas las cuales tenemos que conocer y reclamar, para luego aprender a ser pacientes y esperar a que sucedan en el tiempo de Dios, pero siempre con la certeza de que sucederán  sin dudar.

La paciencia es aquella herramienta que nos ayuda a establecer el Reino de Dios, ya que es la manera en la que tenemos fe, sabiendo que todo lo que está escrito sucederá, simplemente porque Dios lo dijo y Él es fiel a su palabra.

El ser paciente significa que nos podemos gozar en las cosas que Dios nos promete, que podemos disfrutar de las cosas antes de que las recibamos, mas no significa que podamos intervenir en el como es que Dios nos las proporcionará, ni tampoco el que perdamos nuestra paz por preocuparnos por las cosas que no vemos.

La paciencia es parte de la sabiduría, es parte de saber esperar inteligentemente y confiadamente, teniendo los ojos siempre puestos en el resultado y no en el proceso.

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