Nos encontramos en esa época del año que por la ilusión de un nuevo comienzo queremos hacer cosas nuevas y lograr cosas que no hemos hecho en tiempos pasados y tratamos de que la nueva era por así decirlo «nos alcance», pero desafortunadamente es algo que fallamos desde su planeación, ya que una buena intención no es suficiente para poder cumplir nuestros propósitos y cambiar nuestra manera de vivir.
En ocasiones soñamos con cambiar hacia hábitos y costumbres que nos hagan «mejores personas» ante los ojos de los demás y de los propios, pero aunque así parezca, no siempre aquello que parezca o incluso sea bueno tiene que serlo para todos o serlo para nosotros en particular, por eso es bueno que consultemos siempre a Dios acerca de lo que queremos hacer, para que sea Él quien nos habrá camino hacia ese anhelo por medio de la visión que nos puede dar y el ver cómo es que llegaremos a ese propósito o simplemente nos haga entender porqué no es ese el camino que habremos de seguir.
Adicional a eso, hay planes divinos que si nos aplican a todos, pues están relacionados con nuestra naturaleza, es decir tienen que ver con el cómo es que fuimos creados y apelan a nuestra identidad en todo momento y de eso es de lo que quiero hablarle el día de hoy en lo particular.
Todos hemos escuchado en alguna ocasión e incluso lo hemos dicho que Dios es el «Rey de Reyes», y hacemos referencia a la identidad de gobierno de Dios, pero se ha puesto a pensar quienes son esos Reyes sobre los que está Dios en su cualidad de Rey?
Esos Reyes se supone que somos nosotros, pero en pocas ocasiones nos entendemos a nosotros mismos como tales y en menos ocasiones actuamos como Reyes en nuestra vida, pues no entendemos y no vemos ese Reino del cual tanto habla la Biblia.
Por tanto podemos entender que es nuestra naturaleza el gobernar como Reyes sobre la tierra tanto en lo físico como en lo espiritual, y es por ahí donde debemos empezar.
La Biblia nos enseña que una manera de comenzar a gobernar es el orar constantemente, y muchos entienden equivocadamente por orar el pedir cosas constantemente a Dios que no sabemos si las responderá o concederá, pero el orar va mucho más allá de pedir algo incierto, el orar tiene que ver con el hecho de gobernar sobre las circunstancias, el entender nuestra autoridad sobre lo visible y lo invisible y que esa autoridad va ligada directamente con la voz de Dios y lo atentos que estemos a ella.
La cita de hoy, nos habla de esa identidad de Reyes que debemos de tener, ahí se define cual es el patrón de comportamiento que habremos de seguir de modo que empecemos a gobernar y regresar a ese estado original de acuerdo a como fuimos creados a «imagen y semejanza de Dios», y siendo Él un Rey, tenemos que aspirar justo a ese estado de gobierno que nos corresponde como herederos del Reino de Dios.
Por tal, su mejor propósito para este 2014 es el de recuperar su identidad de Rey y gobernar juntamente con ese Dios quien le dio la identidad y para ello estaremos explorando detalladamente la cita de hoy para entender lo que habremos de hacer para lograrlo, en lo que llegamos a ese punto, medite y de ser posible investigue acerca lo que es un Rey y de cómo puede usted ha actuado contrariamente a esa identidad y por ello no ha recibido los beneficios ni ha cumplido con las responsabilidades de tal función.