Una de las cosas que más me emocionan de mi relación con Dios es percatarme que Dios ya lo tiene todo planeado y que ningún detalle se le escapa, todo está previsto y solo tenemos que descubrirlo para enamorarnos más de Él.

El libro de Hebreos en el capítulo 10 en el versículo 16 nos dice que Dios decidió poner en nuestro corazón una copia de su palabra, eso quiere decir que desde antes de nacer tenemos una capacidad natural de distinguir y decidir entre el bien y el mal, ya que para eso tenemos la palabra y podemos cumplirla y ser justos desde el principio.

Este hecho nos explica como un bebe puede saber cuando hizo mal, aun cuando nadie se lo enseñó, lo había pensado?, por tanto esto Dios lo puso para que siempre podamos tener acceso a la verdad (su palabra es verdad a pesar de nuestras circunstancias) para poder tomar decisiones adecuadas y ser libres, tal como lo promete en la Biblia.

Por tanto, al leer la Biblia buscando conocer a Dios, ésta en automático empieza a hacer sentido, porque concuerda perfectamente con lo que Dios sembró en nuestro interior, lo ha pensado?

De esta manera, podemos decidir entre 2 opciones, hacer lo correcto, o simplemente ignorar lo que Dios pretendió hacer y hacer lo que nos venga en ganas, con una simple consecuencia, la famosa y bien conocida culpa.

Que quiere decir esto?, sencillo, en nuestro interior está la capacidad de decidir correctamente, o de no hacerlo, pero la verdad que está en nosotros de acuerdo a la cita del libro de Hebreos, siempre nos recordará lo correcto y Satanás sabe esto, de manera que siempre que actuamos mal, automáticamente somos acosados por la culpa que nuestros actos generan.

Por tanto, aquellas personas que quieren escudarse detrás de la gracia para incumplir la ley de Dios, se están condenando a sí mismas a ser prisioneras de la culpa, porque todos sabemos cuando hicimos mal, y el mismo sentimiento nos persigue siempre a todos, el remordimiento, la incertidumbre, el pesar, la culpa, todo eso se anida en nuestros corazones y tenemos que cargarlo a todos lados que vamos.

Quienes no han tomado el tiempo de leer la Biblia, tienen la sospecha de que la ley es enfadosa y difícil de cumplir, esto a causa de sus propias imaginaciones y a la carga de culpa que vienen arrastrando por años, pero cuando nos damos cuenta que la ley no es complicada, la ley solo nos previene de equivocarnos, la ley es una carta de amor de Dios para nosotros para que vivamos en constante libertad y que nuestras opiniones no nos hagan más difícil el camino y no nos confundan.

Piénselo de esta manera, Dios no pretende que cumplamos con los rituales judíos, Dios pretende que cumplamos sus mandamientos, que pudieran ser 10, o 2 (de acuerdo al nuevo testamento), pero que vivíamos con ellos en nuestro diario actuar y conscientes de quienes somos y qué es lo que hacemos, de esto no podemos librarnos, ya que son el pase a la libertad constante y eterna la cual podemos disfrutar desde ahorita y hasta que veamos a Cristo de nuevo, para que comprobemos que si se puede y no ser simplemente del montón, no lo cree?

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