Anoche platicaba con algunas personas acerca de las cosas que entendemos de la Biblia y lo que realmente dice y no podía evitar pensar en la cita de hoy.

Hemos leído, orado, escuchado y repetido un sin fin de ocasiones el famoso “no nos dejes caer en tentación” y siempre tenemos en nuestra mente el hecho de vernos ante el pecado y el flaquear ante el, le ha sucedido?

La realidad es que esta cita y este pensamiento van mucho mas allá de lo que imaginamos, ya que tiene que ver con hechos reales por los que el autor del Padre nuestro (Jesús) y otros hombres de la Biblia pasaron y se lo voy a explicar.

Una de las cosas que no debemos de perder de vista nunca, es que entre más caminemos de la mano de Dios, más seremos puestos a prueba, es algo que no podemos evitar, afortunadamente a Dios le encanta lucirse y demostrarle a nuestro adversario y a nosotros mismos todo lo que ha hecho en nosotros y como cada cosa que hace y pone en nosotros tiene un efecto eterno.

Y piénselo de esta manera, todos los grandes hombres de la Biblia fueron enviados a Egipto (sinónimo de pecado), fueron puestos a prueba, pero lo interesante es que la victoria les había sido dada desde antes, es decir su triunfo estaba asegurado.

El mejor de los ejemplos de lo que le cuento, es Job, Dios conocía el corazón de Job, pues habitaba en el, por tanto cuando Dios presumió a Job ante Satanás, le dio la victoria aun antes de ser afligido y todos conocemos la historia de Job, quien nunca titubeó y es considerado uno de los héroes de la fe.

Jesús mismo fue enviado al desierto y no sucumbió ante la tentación, es justo por eso que tiene autoridad para declarar que seremos tentados, mas tendremos la fuerza en Él para salir adelante.

Por tanto, la cita de hoy no tiene que ver con el hecho de que pidamos a Dios no nos permita estar frente al pecado y caigamos por miedo, por el contrario, la cita de hoy es una declaración de fe, en la que aseguramos a Dios que estamos listos para ser probados y que de su mano no caeremos en la tentación de flaquear, en la tentación de renegar o simplemente en el hecho de seguir al pecado porque parece mas fuerte que nosotros.

La cita de hoy es una declaración de fuerza de entereza, de entendernos de la misma naturaleza y con la misma constitución de Dios, de modo que tenemos puestos los ojos en Cristo y no en el pecado, en la que nuestro espíritu es mas fuerte que nuestra alma y nuestro cuerpo y que caminamos con pasos firmes por un camino trazado y no andamos errantes.

Tómese un tiempo y piénselo detenidamente, no puede tomar el Padre nuestro a la ligera, la cita de hoy es el final del método de oración que Jesús nos enseñó y es el que culmina todo lo que aprendimos y todo lo que declaramos previamente, es decir, es la frase que encierra en un acto de consciencia toda nuestra fe y nos da un resultado tangible de victoria ante el mundo y ante el pecado, de modo que jamás volveremos a enfrentarnos ante la derrota.

Orar conforme al Padre nuestro es una declaración de euforia y de poder, no es una oración que nos previene ni nos defiende del mal, por el contrario, nos invita de manera agresiva a hacer daño en territorio enemigo.

Por tanto deje de pensar en la cita de hoy como un escudo y empiécelo a ver como una espada en mano que le garantiza la victoria, solo así podrá tener una oración efectiva, solo así podrá dejar de pedir, para poder empezar a funcionar de acuerdo al Reino de los Cielos.

¡Comparte esta entrada, elige tu plataforma!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *