Existe un hecho que es inevitable e innegable, todas las personas vivas pecamos todo el tiempo, la Biblia lo declara así y también usted lo sabe, por mas que lo intente, no lo puede dejar de hacer.

Esto que le cuento, no es algo nuevo, no es algo raro, es algo que simplemente es así, pues es lo que asegura nuestra permanencia sobre la tierra, la condición de la tierra es el pecado, por tanto el pecado nos hace permanecer en la tierra.

Y no es que usemos esta condición como excusa para pecar, sino que es nuestra responsabilidad el vivir conscientes de nuestro pecado, ya que eso nos hace darnos cuenta de la necesidad que tenemos de un salvador, y por tanto empezar a darle sentido a nuestra relación con Dios.

No existe tal cosa como una dimensión de pecado, para Dios es igual un asesino que un mentiroso, de hecho por eso declara un solo precio para el pecado, la muerte, cualquiera que peque, merece muerte eterna, no importa si fue una mentira piadosa o un asesinato pasional.

Nota ahora por qué nos es necesario un salvador?, desde el principio de los tiempos fue de esa manera, cuando Adán y Eva pecaron Dios tuvo que matar un par de corderos para lavar su pecado y cubrir sus cuerpos, la muerte física cubre el pecado.

Y sé que muchos se preguntaran por qué es así?, y me encantaría darle una respuesta que le satisficiera, pero solo le puedo decir que para Dios el pecado de cualquier tipo es tan aborrecible que la muerte es lo único que lo remedia, y tenemos que vivir con esa consciencia.

Piense en esto, si todos los días pecamos, todos los días somos merecedores de muerte, y es justo ahí donde el sacrificio de Jesús toma sentido, cada mañana que usted y yo despertamos a pesar de nuestro pecado, fuimos objeto de su muerte en la cruz.

Por ello y para que nos diéramos cuenta de ello, Jesús ejemplificó por medio del pan la entrega de su cuerpo físico como paga de nuestro pecado y nos instruyó para que realizáramos la “Santa Cena” en memoria suya, ya que eso nos recuerda quien pagó por la muerte que merecemos por pecar.

El Padre nuestro nos habla de pedir el pan nuestro, y no solo se refiere al pan que comemos, sino al pan que simboliza la entrega de Jesús, es decir, Jesús mismo dijo “Padre recuérdales que dependen de mi muerte para que puedan seguir viviendo y que eso les sea de alimento”, le hace sentido?, por ello debemos de alimentarnos no solo en lo físico, sino cada mañana en lo espiritual de saber que un día más nos levantamos gracias a que Él se entregó por nosotros.

Dios es un Dios congruente, antes que otra cosa está su palabra, si Él dijo que la paga del pecado es muerte, es el primero en reconocerlo y cumplir con el mandato, por ello no escatimó el entregarse por amor, para que no fuéramos objeto de la muerte que causa nuestro pecado.

Es por eso que al orar conforme al Padre nuestro, la oración toma todo un nuevo sentido, un sentido de consciencia, donde cualquier petición se vuelve pequeña ante el entender el precio que fue pagado por nosotros cada mañana, no lo cree?

Yo soy el pan vivo que descendió del cielo; si alguno comiere de este pan, vivirá para siempre; y el pan que yo daré es mi carne, la cual yo daré por la vida del mundo (Juan 6:51)

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